29 diciembre 2011

FLEXIBILIDAD. QUÉ ES Y COMO MEJORARLA


La flexibilidad es la habilidad para aumentar la extensión de un movimiento en una articulación determinada.
Los límites del movimiento en una articulación se muestran a través de 3 componentes:
1. El tipo de articulación entre la estructura ósea.
2. Los ligamentos que refuerzan este ensamblaje.
3. La elasticidad muscular, por la cual el músculo recupera su forma después de haber sido deformado.
Como la flexibilidad involuciona con la edad, debemos trabajarla regularmente: al nacer tenemos una flexibilidad del 100% que con los años vamos perdiendo; poco a poco nos vamos haciendo más rígidos.
Con el 60 por ciento de los adultos mayores de 50 años llevando una vida inactiva, ¿sorprende a alguien que veamos más problemas de salud relacionados con articulaciones y músculos que se insubordinan tornándose rígidos, inflamados y hasta dolorosos?
Envejecer también contribuye a la rigidez muscular y la escasa flexibilidad: a medida que envejecemos, los músculos tienden a perder elasticidad, y los tejidos alrededor de las articulaciones se hacen más densos. Eso dificulta el movimiento. De hecho, uno puede perder, cada 10 años, el 10 por ciento de la flexibilidad si no hace nada.
Los músculos tienen que alargarse un poco para que mejore notablemente el margen de movilidad de las articulaciones. Pero cuando los estiramos y esperamos obtener un resultado a largo plazo, ¿Estamos actuando sobre sus fibras musculares individuales o con las fibras del tejido conjuntivo que los rodea? La respuesta es: ambas cosas.
Las fibras musculares del interior de un músculo pueden alargarse mediante la adición de pequeñas unidades contráctiles llamadas sarcómeros.
Si un músculo se mantiene acortado mediante una escayola, los sarcómeros se pierden y las fibras musculares se acortan.
No basta con alargar las fibras musculares, es necesario además distender el tejido conjuntivo del interior y exterior del músculo, así como la fascia que lo recubre y las fibras individuales que lo envuelven. Y esto es lo que sucede en las sesiones de estiramiento prolongado.
Los estiramientos del Hatha Yoga constituyen una manera efectiva y segura de llevar a cabo este ejercicio.


Consejos generales:
Comience lentamente. Se tornará más fácil estirar a medida que adquiera práctica.
No lo fuerce. Sobreestirarse puede causar dolor y lesiones. Puede sentir una ligera tensión al elongar el músculo, pero no debería doler. Si duele, deténgase.
Respire profundamente. No aguante la respiración. Respirar lenta y profundamente lo ayudará a relajarse y hará más fácil la elongación.
Precaliente. Si estira antes de hacer ejercicio, precaliente su cuerpo previamente durante, por lo menos, cinco minutos, con movimientos livianos como caminar o marchar en el lugar. Debería evitar estirar un músculo frío, ya que puede aumentar el riesgo de sufrir una contracción.

Andrea Golya

Estire todos los grupos musculares principales, aguantando cada elongación por, al menos, 20 segundos.
Practique estiramientos, al menos, tres veces por semana y la mayoría de los días de la semana en los que haga ejercicio.
Escuche a su cuerpo y haga lo que pueda. Todos tenemos un grado de flexibilidad diferente, que es determinado, en parte, por nuestros genes.
Si está tomando clases de yoga o stretching,  ofrezca a su cuerpo una oportunidad para descansar y reponerse tomándose un día para no estirar cuando se sienta incómodo o dolorido.
Coma sano, hidrátese bien y no olvide que existen nutrientes que mantienen las articulaciones en buen estado, algunos de ellos son:
Colágeno
Elastina
Mucopolisacáridos
Omega 3
Magnesio
Antioxidantes (vitamina c,vitamina e, etc…)

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