El
Yoga Sri Krishnamacharya destaca por su enfoque estrictamente individual de
enseñanza y consideración de la singularidad de cada persona.
En esta escuela NO EXISTEN REGLAS aplicadas para todos.
En esta escuela NO EXISTEN REGLAS aplicadas para todos.
Sri
Tirumalai Krishnamacharya fue uno de los más grandes estudiosos e innovadores
del Yoga. Maestro de alma, transmitió con claridad sus enseñanzas a discípulos
tan valiosos como Indra Devi, B. K. S. Iyengar, Pattabhi Jois y su hijo T.K.V.
Desikachar, quienes supieron difundirlas por toda América.
Nació en el pueblo de Muchukunte, estado de Karnataka, en 1888, en el seno de una familia cuyo origen se remonta a un yogui del sur de la India que vivió entre los siglos VII y VIII de nuestra era.
De la mano de su padre, con apenas cinco años, comenzó sus estudios de Yoga. Ya de adulto, obtuvo el equivalente a un doctorado en sánscrito, filosofía de la India, ayurveda y religión védica.
Nació en el pueblo de Muchukunte, estado de Karnataka, en 1888, en el seno de una familia cuyo origen se remonta a un yogui del sur de la India que vivió entre los siglos VII y VIII de nuestra era.
De la mano de su padre, con apenas cinco años, comenzó sus estudios de Yoga. Ya de adulto, obtuvo el equivalente a un doctorado en sánscrito, filosofía de la India, ayurveda y religión védica.
En
1919 viajó al Tíbet, en donde estudió durante siete años, junto a Rama Mohana
Brahmacari, el uso de ásanas y pranayama para sanar a personas con problemas de
salud; junto a este maestro también aprendió vinyasas (fluidas secuencias de
movimientos y saltos mediante la práctica del Yoga).
VIDEO:
En
1930 se convirtió en el maestro personal del Maharajá de Mysore, quien en 1934
le solicitó que presidiera su yogashala (academia de Yoga), cargo que mantuvo
hasta 1950.
Gracias a los conocimientos adquiridos en el Tíbet, Sri Krishnamacharya se ganó una merecida reputación como yoga-terapeuta, al ayudar a quienes padecían distintas enfermedades.
Indudablemente, como pedagogo fue un adelantado al afirmar que las ásanas debían ser adaptadas a cada estudiante en particular más allá de los programas de estudio y al adoptar el uso de distintos elementos (sillas, herramientas, barras) para que los practicantes pudieran mejorar sus posturas.
Gracias a los conocimientos adquiridos en el Tíbet, Sri Krishnamacharya se ganó una merecida reputación como yoga-terapeuta, al ayudar a quienes padecían distintas enfermedades.
Indudablemente, como pedagogo fue un adelantado al afirmar que las ásanas debían ser adaptadas a cada estudiante en particular más allá de los programas de estudio y al adoptar el uso de distintos elementos (sillas, herramientas, barras) para que los practicantes pudieran mejorar sus posturas.
Muchas
de las ásanas que enseñaba Sri Krishnamacharya estaban basadas, aparentemente,
en dos textos clásicos del siglo X del Yogui Nathamiuni: Yoga Rabasya (Doctrina
secreta del Yoga) y Nyaya Tattva.
Algunos estudiantes de Sri Krishnamacharya se convirtieron en los fundadores de nuevas escuelas de yoga completamente distintas:
Algunos estudiantes de Sri Krishnamacharya se convirtieron en los fundadores de nuevas escuelas de yoga completamente distintas:
- Pattabhi Jois (fundador de Asthanga Vinyasa).
- BKS Iyengar (fundador de yoga Iyengar).
- Desikachar (fundador de Viniyoga).
Continuó dictando clases hasta el final de su vida, ocurrida en 1989, a los 100
años de edad.
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