05 marzo 2017

EL INICIO DEL CAMINO

"Atha Yoga Anushasanam" - Y.S. I-1

Lo primero que menciona Patanjali es que no existe yoga si no hay un maestro y un alumno. Y que cuando eso sucede, cuando el alumno viene al maestro y comienza ese vínculo, ya nada será igual.


Atha es un pranava, es una palabra muy auspiciosa y especial. Al pronunciarla, se está diciendo que esa experiencia dará lugar a un cambio, una verdadera transformación. El alumno dice "atha". Y el maestro lo espera en "anushasanam", que literalmente quiere decir enseñanza. Sin embargo, en esa idea de enseñanza está encerrado el concepto de experiencia (anu, aquello que sigue a; shasanam: enseñanzas). El maestro es aquel que puede unirse al alumno porque ya siguió o experimentó las enseñanzas. No se las contaron, no las leyó. Las vivió. Pero entonces ¿cómo se unen maestro y alumno? A través de esa palabra en el medio del sutra que los encuentra: yoga. Yoga es el vínculo; es lo que une al alumno (atha) y al maestro (anushasanam). Yoga se forja en el mismo instante en que "un alumno" busca a "un maestro" para decir "atha". Y entonces, casi como una compuerta evolutiva, ya no es posible volver atrás. Decir "atha" implica maestro e implica vínculo, es claramente una experiencia iniciática.

Este primer sutra también resalta la importancia de la experiencia. Yoga comienza cuando hay un alumno dispuesto a dar ese primer paso (atha), que vincula (yoga) con un maestro experimentado (anushasanam). El camino del yoga dá sus primeros pasos cimentados en la voluntad de aprender (adhikara) y la autoridad para enseñar (pratijña) que proviene de la experiencia (anushasanam). Entonces la experiencia de yoga no se puede contar o leer o ver. Yoga solo puede ser experimentado. Desde este lugar también, Patanjali deja claro que él no está inventando algo nuevo, sino difundiendo enseñanzas que ya se vienen transmitiendo. Así, el primer sutra es un pronunciamiento, una expresión de un estado de compromiso (sankalpa).

Cuando decimos trivialmente "voy a hacer yoga" mientras me miro la calzas en el espejo, recojo mi yoga-mat y tomo un sorbo de la última versión de agua mineral podemos preguntarnos si hay alguna parte, siquiera alguna parte adentro nuestro, dispuesta a decir "atha" alguna vez...

Recién allí, cuando eso suceda, el camino habrá comenzado. 





                                                                                                    "Yoga Personalizado", Gabriela Binello  


29 enero 2017

SADHU. EL MONJE AUSTERO

El sadhu (conocido también como yogui y sanyasi), es un asceta hindú que ha renunciado a la casta, posición social, dinero y autoridades, y ocupa un lugar especial en la sociedad hindú.
Como el que busca el alma universal a fin de ser absorbido en ella, el sadhu es diferenciado del clero ortodoxo ya que la renuncia es considerada superior a los rituales de los sacerdotes.


   El concepto de sadhu tiene su origen en las imágenes más temprenas de Shiva, con su pelo enmarañado y el cuerpo cubierto de cenizas. Un sadhu no tiene ninguna casta y es libre de atarse a cualquier estrato de la estructura social. Al sadhu se le atribuyen la mahyor parte del desarrollo de la cultura india, el arte, la arquitectura, la música, la poesía y la literatura, influyendo y formando el mundo que él ha abandonado con sus viajes interminables de un lugar sagrado al otro, cantando canciones y recitando poesía y llevando iconos, pinturas y otros objetos santificados.

   El sadhu por lo general lleva en su frente las tres líneas del tridente de Dios, dibujado en ceniza o pasta de sándalo que puede ser vertical u horizontal. Variaciones interminables de estas señales sectarias, dependiendo de la secta, son posibles.
El sadhu puede decorar su cuerpo con varias línes y marcas, cubrir el torso entero de cenizas, llevar un tridente metálico y usar rosarios. El pelo y la barba están enredados y sin cortar.

Shaivite Sadhus son seguidores de Shiva y son divididos en varias sectas. Los Dasanami (monjes con diez nombres) es una secta que tiene aproximadamente diez filiales dispersadas por todas partes de la India. Cada una de ellas tiene una rama militante armada llamada el Nagas. Ellos siguen el Tantrismo y el Shaktismo, comen carne, toman estimulantes y a menudo son criticados por sus prácticas eróticas. Los Gorakhnathis usan pendientes grandes. Los Aghori yoguis son conocidos por sus ritos que involucran a los muertos. Los Lingayats centran su adoración en el linga como el símbolo de Shiva.

Vaishanavite Sadhus son devotos de Vishnú y representan un desarrollo posterior al de los Shaivite. Comúnmente llamados Vairagi (separados), ellos son miembros de varias escuelas del Bhakti (devoción). Ellos no enfatizan los extremos ascéticos de los Shaivites. Su señal de identificación común es una V blanca usada en la frente, más una línea en blanco o rojo en el centro. Normalmente usan blanco y llevan cuentas del Tulsi (albahaca sagrada). A diferencia del hindú común que es cremado, el sadhu es sepultado, por lo general sentado. El lugar del entierro generalmente se convierte en un lugar de culto.
                                 
                                                                                            Introducción al hinduismo por Dharam Vir Singh