Joseph Hubertus Pilates nació en Alemania (1880 - 1967).
Desde muy joven dedicó su tiempo para la práctica de diversas disciplinas gimnásticas. Practicó gimnasia, boxeo, lucha y durante algún tiempo trabajó en el circo y como instructor de defensa personal.
Quizás tenía verdadera obsesión con la forma física y la salud. Leía todo lo relacionado con el cuidado de la espalda, la respiración, la alimentación y el ejercicio.
En su desesperada búsqueda por la salud y el ejercicio creó sus propias máquinas de ejercicio, en una época en la que debía de realizarlas de manera artesanal con objetos como muelles, ruedas y cuerdas.
Sus aparatos y maquinarias servían tanto para recuperar la salud como para mantener una forma física óptima.
El método que creó llamado por él Contrología estaba basado en la correcta realización del ejercicio, un sistema de respiración particular y un control absoluto del movimiento sin rebotes y sin tirones.
Para crear su método utilizó los conocimientos que adquirió sobre anatomía, gimnasia, taichí, yoga, filosofía zen y sistemas de relajación.
Hoy día el sistema Pilates ha evolucionado. El cuidado de la espalda es fundamental, aunque sin exagerar la visión de Joseph sobre mantener la espalda completamente recta y en retroversión de la cadera.
La respiración Pilates cumple dos funciones principales. Por un lado centra tu mente en el ejercicio, por otro lado, nos obliga a trabajar el transverso y el suelo pélvico, músculos fundamentales para mantener la salud de los órganos internos y su perfecto funcionamiento.
Además al ejercicio de suelo se le ha unido diversos aparatos que complementan el trabajo realizado en la colchoneta.
En principio, Pilates creó como apoyo al ejercicio el aro flexible. Hoy día utilizamos también el balón, las bandas elásticas, picas pesadas, bosu, mancuernas, tobilleras y un largo etcétera.
El sistema de ejercicios Pilates tienen como base técnica una serie de principios que hacen que la efectividad en la realización sea absoluta:
Concentración, Control, Centro de Poder, Fluidez, Precisión, Respiración, Imaginación, Intuición e Integración.
Con el paso de los años se han creado, como base de Pilates, diversas disciplinas que tienen en común los principios del sistema Pilates pero tienen un toque de otro tipo de disciplinas. Así podemos encontrar actividades como Yogapilates, yogilates, yogalates, aeropilates, danza-pilates, entre otros.
El Pilates es un sistema reconocido a nivel mundial, y recomendado por médicos, fisioterapeutas y otros profesionales de la salud en todo el mundo.
Es practicado por atletas de todos los países, futbolistas, bailarines, golfistas, tenistas como complemento a su práctica deportiva por ser éste un método que equilibra su cuerpo y da fuerza y control a la musculatura.
El saludo al sol o "Acción de Gracias al Sol", según la mitología india, es un símbolo a la energía y a la luz. Surya significa sol, y namaskara, significa saludo o bienvenida.
Las antiguas civilizaciones consideraron al Sol con la vida, así nuestro Astro Rey se convirtió en símbolo de adoración.
En la India, se ha rezado al Sol durante siglos, como una deidad principal. Los arios cristalizan la imagen del Surya debido al culto que en Egipto y Persia se rendía al Sol y usaron el loto y la swastica como sus símbolos.
Pero la secuencia clásica que utilizamos en yoga fue creado en el siglo XX (en 1929) por un hindú llamado Bala Sahib que nada tenía que ver con el yoga. Lo ideó como método de entrenamiento para luchadores profesionales para que adquirieran fuerza y elasticidad.
La periodista Louise Morgan lo dio a conocer, y años más tarde, después de la segunda guerra mundial, se extendió su práctica en EEUU.
En el Yoga físico se le considera un clásico la práctica del "saludo al sol" como ejercicio de calentamiento y estiramiento. Lo conforman varias posiciones (unas 12) que se realizan de forma contínua, proporcionándole al cuerpo movimientos con los cuales se logra expandir y cargar de energía al plexo solar que es la zona de nuestro cuerpo considerada el "centro de poder", "cerebro abdominal" y es el gran depósito de energía central.
Cada cambio de postura va acompañado de un cambio en la respiración (inhalación-exhalación), excepto en la posición tumbada boca abajo que se retiene el aire.
El saludo al sol hay que realizarlo de manera elegante de una postura a otra manteniendo una perfecta alineación de la columna vertebral, lo cual le ayudará a mantener una buena postura y aumentar la flexibilidad.
Al realizarlo conecte sus pensamientos con la adoración, con la belleza, la paz y la armonía; evite la indiferencia y la mecánica.
Realización:
Posición 1: Tadasana (la montaña)
De pie, cuerpo recto, posición de manos en saludo (namasté).
Cierra los ojos por un momento, percibe el equilibrio y la paz. Sentimiento de asentamiento, de seguridad ante la vida.
Posición 2: Utthanasana (brazos levantados)
Inspira profundo cargando tu cuerpo de energía (prana) y eleva tus brazos al cielo curvando la espalda suavemente hacia atrás.
Posición 3: Padahastasana (las manos a los pies)
Mientras exhalas inclínate hacia adelante flexionando ligeramente las rodillas para luego estirarlas seguidamente. Puedes forzar la postura llevando las manos detrás de los pies o agarrando los tobillos y llevando la frente a las rodillas.
Esta postura orienta nuestra atención desde el exterior hacia el interior, es decir, los sentidos se liberarán de condiciones efímeras, y nos llevará hacia lo estable, hacia lo esencial de las cosas.
Posición 4: Ashwa sanchalanasana (el jinete)
Inhalando llevamos la pierna derecha hacia atrás, la rodilla la apoyamos en el suelo. La pierna izquierda queda adelantada y flexionada en 90º.
La flexión de la espalda nos abre hacia el mundo exterior y confiere un alargamiento a la parte anterior de la columna vertebral.
Posición 5
Postura de transición. Las dos piernas juntas y extendidas. El cuerpo recto como una tabla. Retenemos el aliento.
Posición 6: Ashtanga Namaskar (saludo al sol con los 8 miembros)
Baja las rodillas, el pecho y la barbilla o la frente al suelo. Exhalamos al bajar y
retenemos por un momento el aliento y centramos nuestra atención al chakra del corazón, asociado al amor sincero y sin reservas.
Posición 7: Bhujangasana (la cobra)
Eleva desde el suelo la cabeza hacia atrás levantando el pecho y extendiendo los brazos con las manos apoyadas en el suelo y conservando las caderas en el suelo. Mientras la realizas inhalas aire y la mantienes en apnea antes de pasar a la siguiente posición.
La capacidad de la serpiente de quitarse la piel se puede asociar con la renovación el volver a vivir de nuevo. La serpiente es símbolo de fertilidad, nacimiento y muerte. Quizàs quieras desprenderte de tu vieja piel y afrontar la vida con nuevas expectativas.
Posición 8: Adho Muka Svanasana (perrito boca abajo)
Exhala para llevar hacia arriba y atrás las caderas. Extiende los brazos, espalda recta, anteversión de la cadera, talones presionando el suelo. La cabeza cuelga relajada entre los brazos.
Estiramiento de columna, apertura de costillas. Fuerza en los brazos que nos dan poder, seguridad y energía ante la vida.
Posición 9:
Misma postura que la posición cuatro pero con la pierna contraria delante.
Inhalamos al realizarla.
Postura 10:
Misma postura que la posición tres. Exhalamos al realizarla.
Postura 11:
Misma postura que la posición dos. Inhalamos al extender los brazos
Postura 12:
Volvemos a la posición 1. Relajamos el cuerpo y la mente. Ya estamos listos para volver a empezar, esta vez cambiando la pierna de inicio.
El saludo al sol puede ser practicado por cualquiera.
Su práctica ocupa sólo unos minutos.
Tonifica el sistema digestivo proporcionando un masaje a los órganos internos, activa la digestión y elimina el estreñimiento.
Ventila los pulmones a fondo, oxigena profundamente y desintoxica la sangre.
Aumenta suavemente la actividad cardíaca y la irrigación sanguínea.
Regula la tensión arterial.
Estimula y normaliza la actividad de las glándulas, refuerza el sistema inmunológico, y reduce el exceso de grasa.
En definitiva, un verdadero regalo para el cuerpo y el alma.
Considerada como el rey de las ásanas. Sus beneficios son innumerables: calma el sistema nervioso, estimula el corazón, nutre las células cerebrales (con el consiguiente beneficio para problemas neuronales), mejora la circulación, equilibra el sistema hormonal como el digestivo y fortalece el espíritu dando seguridad.
En esta postura el peso del cuerpo recae sobre la cabeza y los brazos. La cabeza pesa unos 4 kg y el cuerpo considerablemente más, por tanto, resulta fundamental que mantengas una alineación adecuada y te prepares bien.
Para realizarla arrodillate en el suelo, coloca los antebrazos en la alfombrilla procurando que la separación de los codos no sobrepase la línea de los hombros y formando un triángulo al entrelazar los dedos.
Si trabajas frente a una pared para evitar caídas al principio, coloca los nudillos a unos 8 ó 10 centímetros de la misma.
Cuando realices la elevación sobre la cabeza es importante que subas bien desde los codos y los hombros. Practica empujando con los codos hacia abajo y moviendo los hombros hacia arriba, en dirección a las caderas, y cierra el espacio entre el suelo y el borde de las muñecas.
Estos movimientos deberían incrementar la distancia entre los hombros y las orejas y alejar la cabeza del suelo, Si no lo consigues significa que aún no estás preparado para la postura y necesitas más trabajo preparatorio que incremente primero tu fuerza y flexibilidad.
Urdhva Padmasana
Apoya la coronilla entre los dedos entrecruzados. Para conseguir una correcta alineación del cuello, sólo la parte superior de la cabeza debe estar en contacto con el suelo.
Mete los dedos de los pies hacia dentro y estira las rodillas para formar una V invertida, Avanza con los pies hacia la cabeza.
Cuando encuentre el centro de gravedad empieza a elevar los pies hacia el techo. Estira las piernas completamente y tensa el abdomen.
Mantén al principio la postura durante cinco respiraciones; poco a poco podrás aumentar el tiempo hasta poder mantener la postura durante 10 ó 15 minutos.
Baja despacio y descansa en la postura del Niño antes de volver a una posición normal.
Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador Un buscador es alguien que busca. No necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco esa alguien que sabe lo que está buscando. Es simplemente para quien su vida es una búsqueda.
Un día un buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó Kammir, a lo lejos. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras. La rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada… Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspaso el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles. Dejó que sus ojos eran los de un buscador, quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción … “Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días”. Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra. Era una lápida, sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar… Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado , también tenía una inscripción, se acercó a leerla decía “Llamar Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas”. El buscador se sintió terrible mente conmocionado. Este hermoso lugar, era un cementerio y cada piedra una lápida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contactó con el espanto, fue comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años. Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.
- No ningún familiar – dijo el buscador - ¿Qué pasa con este pueblo?, ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo ha obligado a construir un cementerio de chicos?.
El anciano sonrió y dijo: -Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré: cuando un joven cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí, colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la izquierda que fu lo disfrutado…, a la derecha, cuanto tiempo duró ese gozo. ¿ Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?…¿Una semana?, dos?, ¿tres semanas y media?… Y después… la emoción del primer beso, ¿cuánto duró?, ¿El minuto y medio del beso?, ¿Dos días?, ¿Una semana? … ¿y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? …, ¿y el casamiento de los amigos…?, ¿y el viaje más deseado…?, ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano…?¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?… ¿horas?, ¿días?…
Así, vamos anotando en la libreta cada momento, cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido. Jorge Bucay
Esta es una postura pelviana supina. Se dice que este ásana eleva la energía de tus chakras muladhara, swadhistana y manipura.
Estira profundamente los cuádriceps y tibiales. Flexibiliza las rodillas y los tobillos.
Fortalece y tonifica los órganos de la zona pelviana, las vísceras, el abdomen y los nervios relacionados con los órganos sexuales.
Ejerce un excelente masaje sobre la región lumbar. Seda el sistema nervioso y serena la mente.
Para realizarla nos sentamos en la posición pelviana (piernas flexionadas con los talones a los lados de los glúteos y las rodillas pegadas).
Desde esta posición nos vamos reclinando hacia atrás apoyando los antebrazos en el suelo. Llegamos a tumbarnos completamente con la espalda en el suelo.
Las manos pueden quedar apoyadas detrás de la nuca o estiradas por encima de la cabeza y apoyadas en el suelo. Para desarmar la postura podemos inclinarnos a un lado y estirar la pierna contraria. O también apoyando los codos para elevar el tronco hasta sentarnos.
Este ásana eleva la energía sensual de la persona y mejora la digestión.
Emocionalmente desarrolla la aceptación de aquello que nos duele y no podemos cambiar, el amor a lo diferente, expande tu corazón más allá del egoísmo.
Los mudras son gestos corporales que se utilizan en Hatha Yoga, que nos permiten canalizar la energía a través de nuestro cuerpo, así como facilitar la consecución de numerosos objetivos como la elevación espiritual y la sanación física y/o emocional.
Para practicar estos mudras es necesaria bastante práctica en especial aquellos que son muy complicados.
Según qué mudras es recomendable utilizarlos durante un tiempo determinado que suele ir de 3 a 45 minutos y, generalmente es conveniente realizarlos una vez al día como mínino. La presión ejercida con los dedos será diferente según el tipo de mudra.
En las manos están todos nuestros puntos corporales reflejados y, por ello, las diferentes posiciones ayudan a desbloquear aquellos que estén inarmónicos.
Los mudras generan energía alrededor de nuestro cuerpo , la cual desarrolla nuestra mente y cuerpo proveyéndonos de paz y alegría.
Se dice que los mudras tienen poderes extraordinarios. Su práctica puede actuar rápida y directamente sobre elementos destructivos del cuerpo humano. También desarrollan la virtuosidad, no violencia, piedad y cortesía.
La Ciencia del Mudra es Tatva Yoga; es decir, el Yoga basado en la ciencia de los elementos: aire, agua, tierra, fuego y éter. Por tanto estos mudras pueden curar muchas enfermedades:
Dedo pulgar: Representa el fuego, y su cometido energético es equilibrar las energías del cuerpo nutriendo cuando debe alimentarse y destruyendo cuando debe eliminarse. En él reside nuestra consciencia divina. Si se presiona fuertemente la punta del dedo a una y otra parte de la uña alivia trastornos respiratorios.
Dedo índice: Representa el elemento aire, y su cometido es proveernos de la capacidad de crear y de pensar. En él radican nuestros estados de ánimo. Está relacionado con el cuarto chakra. La punta del dedo está relacionado con la boca.
Dedo corazón: Representa al elemento éter, y su cometido es proveernos de la energía necesaria para actuar y vivir en armonía con el mundo espiritual que tienes a tu alcance. Tiene asignado el quinto chakra. Relacionado con la circulación sanguínea y la sexualidad.
Dedo anular: Representa el elemento tierra y, su cometido es proveernos de la fuerza necesaria para defendernos y luchar por lo que es nuestro, así como del equilibrio interior para afrontar cualquier situación. Está relacionado con el primer chakra. Relacionado con el estado nervioso y la salud general.
Dedo meñique: Representa al elemento agua y, su cometido es proveernos de la posibilidad de interactuar con otros seres humanos en la sociedad. Se encarga de trabajar nuestras emociones. Se le asigna el segundo chakra. Presionando la punta armoniza las funciones del corazón y el intestino delgado.
Por largo tiempo, el ser humano ha buscado respuesta a una de las mayores incógnitas acerca de sí mismo: la magnitud del poder que reside en su mente y el papel que éste juega en el logro de la felicidad.
Tristemente, muchas veces en medio de nuestro afán por lograr el éxito y la felicidad, buscamos fuera de nosotros algo que siempre se ha encontrado en nuestro interior: el secreto para vivir una vida plena y feliz.
Todos queremos ser felices y tener éxito en la vida; deseamos saber cuál es el secreto que nos permita lograrlo, pero al no creernos poseedores de tan valiosa fortuna, buscamos fuera de nosotros algo que es parte de nuestra esencia misma. Porque lo cierto es que todo lo que necesitamos saber para triunfar y vivir una vida plena y feliz se encuentra dentro de cada uno de nosotros.
Las respuestas a todas nuestras preguntas, las soluciones a todos nuestros problemas, el poder para hacer realidad nuestras metas más ambiciosas se encuentra en nuestro interior. Lo único que necesitamos hacer es preguntar, escuchar y confiar.
La lección más importante que debemos aprender es que las acciones y sucesos externos son sólo la manifestación física de las acciones y sucesos internos. Las imágenes mentales que consistentemente mantenemos en nuestro subsconsciente, buscarán siempre manifestarse en nuestro mundo exterior.
El pesimista vive en un mundo negativo y deprimente, mientras que el optimista ha elegido vivir en un mundo positivo y lleno de oportunidades. Lo más curioso de todo es que se trata del mismo mundo. Las diferencias que ellos observan son sólo el resultado de sus pensamientos dominantes. Estos han sido los encargados de atraer la felicidad o la angustia que cada uno de ellos experimenta en su vida. Y lo mismo sucede con todos nosotros.
La buena noticia es que si en este momento no estamos viviendo la clase de vida que hemos deseado, podemos crear una nueva realidad cambiando el tipo de informacióncon la cual alimentamos nuestra mente.
Nuestros pensamientos son las semillas de lo que ocurrirá en nuestra vida, y todos somos responsables de ellos.
El ser humano es, literalmente lo que piensa. Cada persona construye sus condiciones, su éxito, sus negocios y su destino en virtud de los pensamientos que escoge y guarda en su mente. Todo lo que se manifiesta en nuestra vida es el resultado de lo que previamente se ha manifestado en nuestra mente. Así que todos nosotros somos los "arquitectos de nuestro propio destino".
En su libro: Como piensa el ser humano, así es su vida, James Allen se refiere a éste como uno de los secretos más conocidos y menos practicados:!Todo ser humano es el forjador de sí mismo!.
Los seres humanos construyen su destino de acuerdo con los pensamientos que escogen y guardan en su mente. Esta es como un telar donde tejemos nuestro carácter y donde, con los pensamientos que mantenemos, atraemos hacia nosotros nuestras circunstancias, creamos hábitos y labramos nuestro destino. Nuestro carácter es la suma de todos nuestros pensamientos.
La buena noticia es que, aún si hasta ahora hemos tejido ignorancia y sufrimiento, siempre tenemos la opción de cambiar nuestra manera de pensar, y podemos comenzar a tejer sabiduría y felicidad. Esta idea no solo se limita a tu ser, sino que abarca cada condición y circunstancia de tu vida.
Así como cada planta brota de su semilla, y no podría ser de otra manera, nuestras acciones surgen de las semillas invisibles de nuestros pensamientos, y no habrían existido sin ellos. Lo anterior es aplicable por igual a aquellos actos considerados "espontáneos" y "no premeditados" como a aquellos que se ejecutan deliberadamente.
Las acciones son retoños que han crecido a partir de nuestros pensamientos, y la dicha o el sufrimiento son sus frutos. De este modo los seres humanos cosechan los frutos, dulces o amargos, de aquello que ellos mismos han sembrado.
De manera que la calidad de vida que cualquier individuo experimenta tiene poco que ver con sus circunstancias y mucho, con su actitud personal y su manera de pensar.
En su libro, El camino a la felicidad, Orison Swett Marden relata que en un congreso de agricultura le preguntaron a un viejo granjero qué terreno le parecía más apropiado para el cultivo de cierto fruto, a lo que él respondió: "No importa tanto la clase de tierra en que se siembre, como la clase de persona que vaya a sembrarla".
El labrador preparado en su oficio saca provecho del suelo pobre, mientras que el inepto vive en la miseria, aún en el terreno más fértil.
Esta anécdota deja claro que la felicidad no depende tanto de las circunstancias favorables, como de nuestra actitud mental. Cualquiera es capaz de mantener una actitud positiva y optimista cuando vive en condiciones ideales. Solamente el ser equilibrado y dueño de sí mismo es capaz de conservarla, aun en medio de las condiciones más difíciles y hostiles. Si no llevamos la semilla de la felicidad en nuestro interior, no la hallaremos en ninguna parte.
Extracto del libro: " Mitos y verdades sobre el secreto más extraño del Mundo" Dr. Camilo Cruz
Los Yamas y Niyamas constituyen un código moral y ético que, en la India, todo aspirante al Yoga, preparado para su aprendizaje, debe aceptar.
Este conjunto de normas para su desempeño en la vida cotidiana es similar a los Diez Mandamientos, aun cuando son mucho más antiguos y fueron también incluidos en el Budismo.
LOS CINCO YAMAS SON:
• Ahimsa -no hacer daño a nadie-: significa el rechazo de la violencia y la adhesión al amor, amor que abarca toda la creación dado que todos somos hijos del mismo Dios. Mahatma Gandhi, Nelson Mandela, Madre Teresa de Calcuta son ejemplos claros de Ahimsa llevada a la acción.
• Asteya -no robar-: no se trata de no robar sólo objetos, sino de no robar ideas ni el tiempo de otra persona.
• Sathya -no mentir-: supone una perfecta veracidad en los pensamientos, palabras y hechos, y un rechazo a la mentira en todas sus formas. Mahatma Gandhi dijo: “La verdad es Dios y Dios es la verdad”.
• Aparigraha -no codiciar-: quiere decir estar contento con lo que se tiene y no codiciar los bienes ajenos. Significa no atesorar o acaparar posesiones, y constituye otra faceta de Asteya -no robar-.
• Brahmacharya -continencia-: Evitar los excesos sexuales, que suponen la
forma más rápida de agotar las fuerzas vitales y
desviar al yogui de su camino. No negar la sexualidad, pero no ser gobernado por ella. El yoga permite liberarse del apego a la sexualidad sin negar sus virtudes. Un brahmachari -el hombre que observa el brahmacharya- es el hombre absorto en el estudio de la ciencia sagrada de los Vedas y está dedicado a Brahma o a Dios.
LOS CINCO NIYAMAS SON:
• Saucha -pureza-: significa pureza de cuerpo y de corazón. Más importante que la limpieza del cuerpo, es la purificación de la mente de los trastornos emocionales -el odio, la pasión, la ira, la lujuria, la codicia, el engaño y el orgullo- y de los pensamientos impuros.
• Santosha -estar contento con lo que se tiene, sin envidiar a los otros-: un hombre feliz por lo que posee es un ser humano completo, puesto que ha conocido el amor del Señor y ha cumplido con su deber. El yogui no siente la falta de nada, por lo cual está naturalmente tranquilo y satisfecho.
• Tapas -austeridad-: la palabra deriva de tap, que significa "abrasar, arder, consumir por el fuego". Por lo tanto, el concepto habla de un ardiente esfuerzo por llegar a una meta determinada en la vida, habiendo alcanzado la pureza, la autodisciplina y la austeridad.
• Svadhyaya -estudio del propio ser-: es el concentrarse y resolver los grandes temas que hacen a la existencia del hombre. Quien practica Svadhyaya lee en el libro de su misma vida, al mismo tiempo que lo escribe y corrige. Es una de las mejores maneras de comprender la naturaleza del alma y se obtiene así, la comunión con lo divino.
• Ishvara Pranidhana -entregarse a Dios-: este precepto quiere decir aceptar la voluntad de Dios, sea cual fuere la situación en la que nos encontremos, y así la vida se vuelve sumamente fácil al desaparecer todos los miedos. Quien tiene fe en el Señor no desespera ya que es poseedor del bien más grande: la Luz Divina.
Swamiji nació en Kerala, al sur de la India en 1927. En su época de adolescencia conoció el Yoga de forma fortuita al encontrar en una papelera una propaganda que decía: "Un gramo de práctica es mejor que toneladas de teoría" por Swami Sivananda. Estas palabras condujeron a Swamiji a conocer a Sivananda a los Himalayas. Resultó la visita tan grata para el joven Swamiji que decidió volver cuanto antes.
En su segunda visita, el joven aspirante a discípulo recibió dos poderosas lecciones de Swami Sivananda. La primera ocurrió cuando el joven arrogante Swamiji "Swami Vishnu-Devananda" evitó inclinarse ante el Maestro, por lo que el Maestro Sivananda se postró completamente ante el joven estudiante, dándole una lección de humildad.
La segunda lección llegó cuando en un Arati (ceremonia de adoración) al río Ganges el joven discípulo no podía entender el porqué de la adoración a lo que es simplemente agua. El Maestro sonrió sutilmente a Swamiji y de inmediato éste percibió el río como una vasta, brillante luz cósmica.
Swami Vishu Devananda entró en el Ashram de Rishikesh y vivió durante 10 años al lado del Maestro.
En 1949, le nombró profesor principal de Hatha Yoga en el Yoga Vedanta Forest Academy.
Swami Vishu Devananda dominó de inmediato todas las técnicas avanzadas como Pranayama, lo Mudras, Bhandas y Kriyas.
En 1957, Swami Vishu Devananda fue enviado a Occidente por su maestro con la idea de dar a conocer el Yoga más tradicional y la filosofía Vedanta.
Se abrieron decenas de centros de Yoga y meditación en todo el mundo, y miles de personas han aprendido hasta convertirse en Profesores de Yoga.
Además de su labor de enseñanza del Yoga, Swami Vishu Devananda llevó a cabo numerosas misiones de Paz.
En 1969, Swami Vishu Devananda creó la T.W.O. , organización cuyo objetivo es el desarrollo de la paz, la comprensión y la fraternidad entre las personas.
Ujjayi o respiración victoriosa. Especialmente útil para enfocar nuestra atención, por eso es utilizada en muchas escuelas yóguicas para hacer las prácticas de ásanas.
Además, este ejercicio respiratorio estimula el centro energético de la garganta y es bastante relajante. Reduce el ritmo cardíaco y la presión arterial y además te ayuda a conciliar el sueño. Es beneficioso para curar el asma, la tuberculosis y los catarros.
Práctica de Ujjayi:
Sentarse en una postura cómoda de meditación con la columna bien estirada.
Cerrar la boca e inhalar por las dos fosas nasales de un modo suave y uniforme. Durante la inhalación cerrar parcialmente la glotis para producir un suave sonido sollozante dulce y uniforme. En la exhalación mantendremos también la glotis semicerrada y haremos la espiración muy larga.
Para conseguir cerrar parcialmente la glotis podemos practicar primero el empañar un espejo frente a nosotros. Conseguido esto, Ujjayi es la misma técnica pero con la boca cerrada. Recuerda que se realiza tanto en la inhalación como en la exhalación.
Una forma más tradicional de practicar Ujjayi es que al terminar la inhalación efectuaremos Mula Bandha (contracción anal) y contenemos la respiración con Jalandhara Bandha (presionando el mentón contra el pecho). Durante tanto tiempo como pueda contenerse la respiración, así deben aplicarse las dos Bandhas. Antes de comenzar la exhalación, deshacer las Bandhas y colocar la cabeza y cuello formando una línea recta. Exhalar entonces el aire por la fosa nasal izquierda, cerrando la derecha con el pulgar. En esta forma tradicional la inhalación se produce siempre a través de ambas fosas y la exhalación sólo por la izquierda.
Realizar Ujjayi durante la práctica de ásanas conlleva numerosos beneficios:
-Enfoca nuestra atención en el presente.
-Aumenta la capacidad pulmonar y fortalece todo el sistema pulmonar.
-Fortalece los músculos abdominales (transverso, oblicuos y recto).
-Da calidad meditativa a nuestra práctica.