04 abril 2014

VIVIR: UNA OPORTUNIDAD

"El objetivo de la vida es nacer plenamente, pero la tragedia consiste en que la mayor parte de nosotros muere sin haber nacido verdaderamente. Vivir es nacer a cada instante"  ERICH FROMM

El tiempo fluye, los días pasan, y cada segundo que vivimos es un momento que ya no volverá. La vida, nuestra vida, avanza implacable. Porque una cosa e estar vivos y otra, bien distinta, es vivir la vida. Una cosa es ser simples espectadores del tiempo y el espacio que nos acompañan y define el escenario en el que nos movemos, y otra muy diferente es intervenir en el guion, para modificar en la medida de nuestras capacidades y responsabilidades dicho escenario siendo capaces de construir una vida bella.
   Tendemos a plantearnos las cuestiones esenciales de la vida cuando ésta nos enfrenta a una situación límite. Muchas veces la muerte de un ser amado puede provocarnos una reflexión profunda sobre el sentido de nuestra vida que antes no nos habíamos cuestionado simplemente porque pensar en ello es complejo, difícil y a veces incómodo. Quizás por ese motivo merece la pena pensar en nuestra propia vida, tomar conciencia de aquello que le da sentido, reflexionar sobre las cuestiones importantes y definir un propósito por el cual vale la pena vivirla. Porque podría ocurrir que cuando nos demos cuenta de la bellísima oportunidad de amar y crecer que supone la existencia, dispongamos de poco tiempo para aprovecharla.

Y es que el sentido de la vida no se adquiere por casualidad, sino por una reflexión sobre el mismo. Precisamente por ello debemos ser nosotros quienes, en un ejercicio de consciencia y de reflexión profunda, elaboremos ese sentido que queremos darle para poder seguir andando en su camino con esperanza, humildad, alegría, generosidad, vocación de servicio a los demás y buen humor para que, llegado el momento de nuestro último suspiro, podamos partir con una sonrisa en los labios y el alma empapada en gratitud por haber vivido una vida plena, bella y cargada de significado.
 
 Quizás nos daremos cuenta también de que el porqué de nuestra vida dependerá finalmente de cómo actuemos en ella, de si seremos activos o pasivos, pre-activos o reactivos, positivos o negativos frente a lo que nos suceda y frente a los demás, en definitiva, el sentido que le demos a la vida tendrá mucho que ver con las actitudes que elijamos tener mientras vivamos.


   Pero ¿Hemos sido educados para hacer de nuestra vida un objeto de pensamiento, de reflexión, de planificación, de cambio activo? ¿Hemos recibido las mínimas nociones necesarias para construir nuestra propia vida, para definir proyectos anhelados, talentos que queremos desarrollar, iniciativas que queremos consolidar, causas a las que queremos contribuir, experiencias que deseamos vivir, legados que queremos dejar?
   Más bien diría que no. Es más, el hecho de plantearse tal ejercicio puede llevar a que más de uno levante la ceja, nos mire de reojo y nos pregunte con cinismo si tenemos algún desajuste hormonal, por lo menos. Porque lo habitual es tirar millas y dejar en manos de la inercia y la rutina el devenir. Desafortunadamente, en lugar de considerarse una reflexión necesaria y útil para dotar de dirección y sentido a nuestra vida, el hecho de plantearse construir una hoja de ruta personal parece, hoy por hoy, má bien un ejercicio de ingenuidad o el resultado de una crisis.

"Hemos olvidado que nuestra única meta es vivir y que vivir lo hacemos cada día y que en todas las horas de la jornada alcanzamos nuestra verdadera meta si vivimos. Los días son frutos y nuestro papel es comerlos"  JEAN GIONO


Ganarse el respeto de las personas inteligentes y el cariño de los niños. Apreciar la belleza de la naturaleza y de todo lo que nos rodea. Buscar y fomentar lo mejor de los demás. Dar el regalo de tí mismo a otros sin pedir nada a cambio, porque es dando como recibimos. Haber cumplido una tarea como salvar un alma perdida, curar a un niño enfermo, escribir un libro o arriesgar tu vida por un amigo. Haber celebrado y reído con gran entusiasmo y alegría, y cantado con exaltación. Tener esperanza incluso en tiempos de desesperación, porque mientras hay esperanza hay vida. Amar y ser amado. Ser entendido y entender. Saber que alguien ha sido un poco má feliz porque tú has vivido. Éste es el significado del éxito.

                                                                                                                LA BUENA VIDA  ÁLEX ROVIRA


16 marzo 2014

ESFORZARSE POR LLEGAR. YOGA SUTRA

II. 1-2 Implicarse en difíciles prácticas espirituales, estudio regular y oraciones al Maestro, son maneras para volverse completo. El propósito de la meditación es reducir nuestros pensamientos negativos.

Dvitiyah Sadhana Padah
Tapah wvadhyayeshvara
Pranidhanani kriya yogah.
Samadhi bhavana-artha
Klesha tanu karana-arthash cha.

La segunda piedra angular sobre la que construimos la mansión del yoga es el Camino. En el primer capítulo usamos la profunda meditación para atravesar los Cinco Senderos, en el segundo capítulo empezamos algunos métodos prácticos de yoga para alcanzar esta meditación y la sabiduría que la acompaña. Los dos capítulos juntos reflejan el yoga como una unión de métodos internos, mentales, y métodos o actividades externas, físicas.
Es importante tener claro adónde queremos que nos conduzca el yoga. ¿Qué propósito tenemos en mente? El primer objetivo importante es el Nirvana, que no es un estado de letargo e insensibilidad, sino uno en el que se han detenido para siempre nuestros pensamientos negativos. Imagina que eres una persona que, sencillamente, es incapaz de volverse a enfadar nunca más. Después de llegar a este Nirvana, seguimos trabajando para convertirnos en un ser santo.


De hecho, la palabra sánscrita por Camino aquí es sadhana, que significa "llegar" delante de ángeles mediante nuestra práctica constante y diaria. En primer lugar llegamos contactando con ellos; en segundo lugar llegamos convirtiéndonos en uno de ellos.
                                     
                                                                                                                  LA ESENCIA DEL YOGA SUTRA

05 febrero 2014

SERENIDAD SUBLIME

Suena el despertador.

Salgo de un hermoso sueño donde estoy rodeada por aquellos que amo.  Siento tanta alegría de estar con ellos,  risas y abrazos,  me siento acompañada...feliz.  


La alarma suena y mi cuerpo hace lo que tiene que hacer.  Me levanto,  lleno el balde,  me baño y alisto.  Agarro mi mat y me aventuro a la oscuridad de la noche.

Llego al shala y mi mente todavía está dormida.  


De nuevo la salida del baño de hombres...la verdad,  qué más da.  Mis preferencias han disminuido considerablemente en estas tres semanas de práctica.  Mis pretensiones se han suavizado y casi desaparecido. 

Baño de hombres OK
.

Practico junto a una querida amiga y su energía y compañía me ayudan a pasar por el túnel oscuro de los arm-balances.  Cuando salgo es como si se abriera un claro en el bosque:  Purna Matsyendrasana y Viranchyasana A y B se sienten fáciles, igual que los handstands finales,  el escorpión y el catching.

En el baño de mujeres desenrollo mi alfombra todavía en la oscuridad de la madrugada.  Afuera los primeros pajaritos se despiertan y todo es silencio.  Mis brazos van a explotar.  Me relajo y entro en un savasana profundo.  No sé cuánto rato estoy ahí.

A pesar de la intensidad de mi práctica diaria aquí en Mysore y de todos los obstáculos mentales que pueda estar sobrepasando para hacerle frente a una serie y tres cuartos de la otra,  realizo que esto es un juego de niños comparado con la vida.
 

Esta vida única y efímera en la cual podemos pretender ser alguien que no somos o definitivamente y de una vez por todas aceptar y soltar todas nuestras pretensiones de imagen, forma o color.   Todos estamos apegados a miles de etiquetas que hemos inventado para no sentir el dolor de estar vivos.  La incertidumbre diaria.  Las posibilidades abiertas de catástrofes a cada instante,  dolorosas y no dolorosas.

Recuerdo hace siete años,  estaba sola por aquí en Mysore,  acababa de salir de una relación muy mediocre y me sentía libre y feliz,  lista para escribir mi futuro con letras de oro.  En medio de tal high,   recibí un correo de Costa Rica de alguien que quería practicar conmigo.  No le contesté.  Era un viejo amigo y de alguna forma, mi alma creo que anticipó una catástrofe.  Regresé a Costa Rica,  no lo llamé.  Pero terminó llamándome e invitándome a almorzar.

Catástrofe matrimonial.  

Podría decir que mi segundo matrimonio y tres niños terminó con mi práctica de Tercera Serie que iniciaba precisamente en ese momento.  Se trajo todo abajo,  desde los mismos cimientos.  Quedé en un descampado donde no sabía quién era sin mi práctica,  no entendía este cuerpo que crecía y decrecía sin mi control y tampoco podía comprender las ramificaciones a futuro de semejantes acontecimientos.

Y aunque en el momento pareció catástrofe,  en los últimos siete años he encontrado el yoga más profundo y difícil de todos.  He tenido que abandonar mis pretensiones de ser la mejor yogini del mundo,  la  más fuerte y flexible.  Todo se lo llevó el tsunami de mis tres pequeñitos.  En su lugar quedó un cuerpo destrozado,  física y energéticamente.  Una especie de trapo que tuve que lavar con cuidado y tender al sol de la mañana.   Curar sus heridas internas y con mucha paciencia y cariño hacerle saber que estaba bien sentirse tan mal.   Que estaba bien sentirme defraudada,  perdida y sin rumbo.  Que estaba bien no poder hacer cosas que antes podía fácilmente hacer en mi alfombra.

Tuve que decirle a mi mente que estaba bien que todo se atrasara.  Que los tiempos del amor no son siempre los tiempos del ego.  Que estaba bien asumir nuevas responsabilidades familiares después de muchos años de criar a mi primera camada.
 

Y estaba bien también abrirme a la posibilidad de amar de nuevo.

Mariela Cruz

El precio de este nuevo amor no lo anticipé nunca.  Mi práctica,  con la cual estaba totalmente identificada,  dejó de ser mi escudo protector.  Mi auto-imagen de yogini perfecta quedó perdida entre pañales,  teta y malas noches.  Mi cuerpo controlado dio paso a un monstruo en forma de ballena que tres veces se llenó y vació de formas inconcebibles.  Y la vida se abrió paso a través mío: vida hiriente,  plena y devastadora todo a la vez.
 

La transformación que anhelaba vino pero no en la forma que yo creía.


Y aquí estoy,  retomando donde dejé.  Sintiéndome torpe,  inútil y desfasada.  Viviendo algo que tenía que haber sucedido hace  5 años según mis planes,  no aquí y ahora,  tan tarde.  Y a pesar de toda esta alharaca mental que me dice continuamente:
 "y si no hubieras ido a almorzar con él aquella vez...", a pesar de ella encuentro en mi práctica dura y estéril,  desierto sin agua salpicada por dolor constante,  encuentro pequeñas luciérnagas de serenidad sublime que nunca pude conocer en ese entonces.

Mi alma estaba demasiado tapada por imágenes irreales de un yoga que percibía sólo en la dimensión física.  Un yoga que de alguna forma contribuía a ensalzar mi ego.   Pero tenía que pasar por el filtro arrollador de tres embarazos y el molino del amor para realizar esto.

Hoy sentí por primera vez la serenidad sublime de saber que cada paso que me ha traído hasta aquí ha sido perfecto.  Mi mente todavía se queja de lo que pudo haber sido, he aprendido a oírla hacer su pataleta y mientras tanto, yo me dedico a saborear las gotas de sudor y sangre que hacen de mi mat mi lugar preferido en este mundo.
 


Y sobre todo,  las luciérnagas.

http://namastecostarica2012.blogspot.com.es
                                                                                                                                              MARIELA CRUZ

01 febrero 2014

KARMA YOGA. SABIDURÍA EN ACCIÓN

El Karma Yoga se llama también "Yoga de la acción", pero ha de entenderse que se trata de una calidad de acción extraordinaria, a años luz del concepto "egoísta" tan admirado en Occidente. Esta cualidad extraordinaria se conoce en su forma más pura como acción sin acción (naishkarmya karma), y es un resultado de desapego (vairagya).
   En el Bhagavad Gita, que contiene las enseñanzas más inspiradas sobre el sendero de la acción, se insite una y otra vez en la necesidad del desapego, el cual se realiza por completo únicamente cuando el individuo ha encontrado al Ser (Purusha o Atman) y mora en él, el cual no es afectado por las acciones pues, como Ente puro, está por encima de ellas.


   Por la ley universal del karma, las buenas acciones engendran buenos resultados, lo mismo que la mala acción produce resultados negativos. Las intenciones cuentan como las acciones y no se sufre por malas acciones no intencionadas. Los pensamientos buenos o malos, además de poder convertirse en hábitos, tienden a convertirse en acciones de alguna manera. De ahí el dicho: "se siembra un pensamiento y se recoge una acción. Se siembra un acto y se recoge un hábito. Se siembra un hábito y se recoge un juicio". La ley del karma trabaja en nuestras relaciones con esposa, marido, hijos, parientes, amigos, compañeros de trabajo, etc. El hindú cree que tiene vidas futuras con las que puede amasar un capital kármico que lo libere de la ronda de renacimientos. Poca gente cree en la reencarnación en Occidente; pero podemos darnos cuenta de que, en cierto modo, nuestros pensamientos, acciones y hábitos crean un almacén de gracias y desgracias futuras que se manifiestan en esta única vida de la que sí estamos seguros.

   A pesar de su relación con la ley del karma, el Karma Yoga no tiene muy en cuenta las malas y buenas acciones, en el sentido de hacer una lista de ellas y reiterar las advertencias contra el pecado. A lo que se da importancia es al desapego y a la acción realizada con plena atención en el aquí y ahora y con un espíritu de cuidado y compasión.

   El Karma Yoga es sabiduría en acción y en trabajo. Las acciones del karma yogui están marcadas por el equilibrio de cuerpo, mente y espíritu. En esto, los demás Yogas principales pueden ayudar: el Hatha Yoga, para mejorar el estado físico, el equilibrio y la relajación; el Raja Yoga, para tener ecuanimidad y control de la mente: el Jnana Yoga, para el conocimiento del Ser, y el Bakti Yoga para impregnar de un sentimiento de amor y devoción todas las actividades de la vida, incluso las más humildes. Los karma yoguis refuerzan la sabiduría en acción con períodos de meditación para lograr una mayor higiene mental y una visión más profunda; pero hay una sensación  de que la meditación y la contemplación son posibles en cualquier momento. Cada acción, cuando se ejecuta con la atención debida, se convierte en contemplativa. En el Budismo encontramos un enfoque parecido: los Budistas Zen nos hablan de "todo momento Zen". Un maestro Zen, cuando le preguntaron "¿Qué es el Zen?", replicó: "Come cuando tengas hambre y duerme cuando tengas sueño".

   En el Karma Yoga, el amor y el deber se han convertido en uno, por lo que los deberes se convierten en fuente de felicidad. El basurero que ejecuta su trabajo con cuidado tiene el mismo valor que el cirujano que hace una operación delicada con el mismo espíritu e incluso superior en térmicos yóguicos, si el último trabaja sólo pensando en el dinero que va a recibir. La actitud correcta es lo único que importa.

   El corazón del Karma Yoga es la vida de servicio. Mahatma Gandhi es un ejemplo del espíritu del Karma Yoga, Albert Schweitzer también podría citarse a este respecto.

   El Karma Yoga significa servicio y trabajo sin apegarse a los frutos de la acción. Es un concepto difícil de entender por los occidentales. La mayoría de las veces produce una recuperación importante de la productividad, la eficiencia y efectividad. Un desapego del trabajo relajado, acompañado de una entrega verdadera, es un camino seguro para conseguir resultados sólidos y eficaces.

                                                                                                             El libro completo del Yoga      James Hewitt

06 enero 2014

LOS TRES CUERPOS DEL SER HUMANO

   Desde la óptica del Vedanta, del Samkhaya y del Yoga, el ser humano está constituido por tres cuerpos totalmente interrelacionados, pero bien diferenciados: el cuerpo burdo o denso, el cuerpo sutil y el cuerpo causal. A su vez estos tres cuerpos se dividen en cinco envolturas superpuestas llamadas Pancha koshas.


  • El cuerpo burdo, o Sthula Sharira, es el cuerpo físico; el organismo de carne y hueso que estudia la medicina y cuya anatomía se haya establecida de forma precisa. Hasta el momento de la muerte es el vehículo que aloja a los cuerpos sutil y causal.
  • El segundo cuerpo es el sutil o Sukshma Sharira. Evoluciona desde el cuerpo causal y no es visible para el ojo físico, pero se experimenta continuamente en sus distintas facetas. Abarca en el ser humano sus aspectos vital o energético, emocional, mental y psíquico. Está constituido por los cinco aires vitales (pancha pranas), los cinco órganos de acción (karmendrillas), los cinco órganos de conocimiento (gñanendriyas) y las cuatro facultades de la mente individual o antahkarana (budhi, intelecto; ahamkara, ego; manas, pensamiento y chitta, memoria).
  • El cuerpo causal o Karana Sharira es el origen de los otros dos. Es el componente más puro del hombre y poco se puede decir de él. Se encuentra más allá de la mente y su naturaleza es la bienaventuranza. Podemos definirlo como la esencia del ser humano. Es el cuerpo donde reside el Ser o Atman.

25 diciembre 2013

VENCIENDO LA BAJA AUTOEFICACIA

La autoeficacia es la opinión que se tiene sobre la posibilidad de alcanzar determinados resultados, es decir, la confianza de que uno pueda conseguir sus objetivos con éxito. Las causas más comunes que contribuyen a que la autoeficacia baje son: ver las cosas como incontrolables, creer que la propia conducta está regulada más por factores externos que por uno mismo, y atribuirse injustamente la responsabilidad sobre lo malos o buenos que somos y los logros personales.
   Cualquiera de estos tres factores genera un autoesquema de desconfianza e inseguridad en sí mismo, lo que lleva a evitar las situaciones de desafío, de problemas o cualquier evento que implique la intervención personal para su solución. La persona hará de la evitación una forma de vida.
   Las siguientes estrategias te permitirán afrontar la baja autoeficacia o conservarla en un punto adecuado:

1. Elimina el "no soy capaz"
Si te menosprecias, tu diálogo interno obrará como un freno. Elimina de tu repertorio el no soy capaz, porque cada vez que te lo repites, confirmas y refuerzas tus sentimientos de inseguridad; esta calificación negativa te inmovilizará automáticamente. Si el entrenador del atleta le dijera al oído "no vas a ser capaz", ¿Crees que su resultado sería bueno? Muchas personas han vivido en carne propia los efectos de la desconfianza familiar: "el niño no es capaz, es mejor que lo hagas tú."
Ya es hora de empezar a respetarse y tratarse bien: si te lo propones serás capaz.





2. No seas pesimista
Las personas con baja autoeficacia anticipan el futuro negativamente, y cuando se trata del propio rendimeinto, sus expectativas son de fracaso e incapacidad. Siempre se ven a sí mismas como las peores actrices o actores de la película. Si ven venir el fracaso en cada una de sus actuaciones, ni siguiera eso las incitará a intentar remediarlo.
   Las profecías negativas suelen convertirse en realidad, porque nosotros mismos nos encargamos de que se cumplan. 
   Intenta desarrollar en ti la sana costumbre de autoevaluar tu capacidad de efectuar malos pronósticos. 

3. No seas fatalista
Eres el arquitecto de tu futuro, aunque suene trillado y aunque no te guste (es más fácil confiar en que un ángel se ocupa de ello). Tienes el poder de cambiar muchas cosas. No veas el mundo como inmodificable e inamovible definitivamente, gobernado por leyes que te impiden cambiar las situaciones que te incomodan. Si tienes un punto de control externo para todo, tenderás a ser fatalista y verás los infortunios como incontrolables.
   Aparta de tu repertorio verbal la palabra "siempre". El pasado no te condena; de hecho, tu presente es el pasado de mañana, y por lo tanto, si cambias el aquí y el ahora, estarás contribuyendo de manera significativa a tu destino.

4. Trata de ser realista
Tres puntos para que reflexiones al respecto:
a. Si todo lo ves con la óptica "externa", nada dependerá de ti. El éxito no te provocará satisfacción y no harás nada frente al fracaso.
b. Si evalúas todos los éxitos con un punto de vista "externo" y los fracasos como "internos", te derrumbarás hasta la depresión.
c. Si atribuyes todos los éxitos como "internos" y los fracasos como "externos", te engañarás a ti mismo. No te deprimirás, pero serás deshonesto. Éste no es un optimismo sano.

   Sé objetivo con tus éxitos y con tus fracasos. Responsabilízate con lo que realmente has tenido que ver y no con lo que te gustaría que fuera.
   Acepta tus éxitos, ya que sería injusto contigo mismo ignorar tus logros; pero también acepta tu cuota de responsabilidad en los fracasos.

5. No recuerdes sólo lo malo
La visión negativa de uno mismo se alimenta principalmente de los recuerdos, por lo tanto, si el esquema que tienes de ti es negativo, los recuerdos que llegarán a tu mente confirmarán ese esquema y recordarás más lo malo que lo bueno. Si tu autoeficacia es baja, los fracasos tendrán más relevancia en tu memoria que los éxitos. Toma consciencia de ello y no entres en el jeugo de las evocaciones negativas.

6. Revisa tus metas
Si tu autoeficacia es baja, pecarás por defecto y no por exceso (como vimos en la parte de autoconcepto, cuando tu mente busca afanosamente la ambición). Estarás subestimándote y acomodando las metas a la supuesta incapacidad que percibes en ti mismo. Los dos extremos son perniciosos: si crees que eres invencible, te harás trizas; y si te sientes incapaz, tus objetivos serán tan pobres que solamente intentarás dar un paso o dos. Revis tus metas y verán que muy probablemente pueden estirarse un poco más y hacerse más exigentes y acompasadas a tus verdaderas fortalezas. Lo que necesitas es persistencia, no dejes que el miedo y la inseguridad decidan por ti.




7. Ponte a prueba y arriésgate
Anímate a dar un paso decisivo: actuar para lograr tus objetivos. Y la única forma de confiar en ti mismo es ponerte a prueba. Cuando decidas afrontar tus miedos e inseguridades, los seis pasos anteriores te ayudarán a no distorsionar la realidad a favor del automenosprecio.


“Recuerda que amarse a uno mismo no solamente es el punto de referencia para saber cuánto se debe amar a los demás, sino que parece actuar como un factor de protección para las enfermedades psicológicas y un elemento que genera bienestar y calidad de vida. Además La gente que tiene una buena autoestima es la mejor superviviente ante una situación de crisis, porque las personas que se quieren a sí mismas desarrollan mejores estrategias para afrontarla”

                                                                      Un extracto del libro   ENAMÓRATE DE TI  (WALTER RISO)

UTTHITA HASTA PADANGUSTHASANA

Utthita significa extendido. Hasta significa mano. Padangustha es el dedo gordo del pie. Esta postura se realiza sobre una pierna, extendiendo la otra hacia delante, agarrando el dedo gordo del pie de la pierna extendida y apoyando la cabeza en la pierna.

En ashtanga yoga esta asana se realiza combinando la extensión de la pierna al frente, después abriendo la pierna hacia un lado y por último otra vez al frente manteniendo la pierna sin sujetar a la máxima altura. Las piernas permanecen rectas en todo momento.


Esta combinación de posturas ayuda a tener conciencia de nosotros mismos. A mirar la vida con optimismo. Mejora la capacidad respiratoria. Mejora el equilibrio. Aumenta la fuerza en las piernas y el abdomen.

Mantenga la calma en todo momento, regulando la respiración.



23 noviembre 2013

AMISTAD

La amistad es una necesidad vital para el desarrollo del ser humano, de la cual sólo prescinden los esquizoides (porque han roto el vínculo afectivo con la humanidad), los desconfiados (porque piensan que el ser humano es malo por naturaleza) y los tímidos (porque queriendo estar con los demás, el miedo al rechazo o a parecer inadecuados se lo impide). Epicuro decía que lo importante no es sólo qué comes, sino con quien lo haces, mostrando hasta donde la amistad podía competir incluso con los placeres del cuerpo.


Y parece ser cierto: los estudios que se han llevado a cabo en distintos lugares del mundo coinciden en que la amistad es uno de los factores principales para alcanzar una vida feliz.
El pensamiento epicúreo sostiene que tener amigos es placentero porque obtenemos dos ventajas: seguridad y confianza. Con el amigo podemos contar si estamos mal, y viceversa. No se trata de un frío y simple intercambio de favores, sino de un pacto implícito de solidaridad, una reciprocidad amorosa. Cuando Epicuro habla de "intercambio", sugiere una utilización equilibrada, justa, fraternal, entrañable y rebosante de alegría, y no una forma solapada de explotación mutua. 

En sus palabras:
"No es un buen amigo ni el que busca la utilidad por encima de todo, ni aquel que nunca la relaciona con la amistad; pues uno comercia intercambiando favores y gratitud, y el otro destruye toda esperanza para el futuro".

Estoy de acuerdo con los griegos, quienes ponían la amistad por encima del amor apasionado. Porque a los amigos los une una decisión y no solamente un sentimiento de enamoramiento, que puede apagarse en cualquier instante. Eros no une a los amigos, lo hacen los puntos en común, la sintonía y hasta la indignación compartida. La amistad se construye a través de la razón y el esfuerzo, la vives y la piensas,es un acto de la voluntad y afinidad que controlas, aun después de  muchos años de relación.

Existe una anécdota que muestra el valor terapéutico que Epicuro le daba a la amistad. Estando en su lecho de muerte le escribió a un amigo: "Me siguen acompañando los dolores de la vegija y del vientre, que no disminuyen el rigor extremo de sus embates. Pero contra todos ellos se despliega el gozo del alma, fundado en el recuerdo de las conversaciones filosóficas que hemos tenido".

                                                                              EL CAMINO DE LOS SABIOS.  Walter Riso