25 marzo 2012

TAI CHI. EL ARTE TAOÍSTA DE LA FLUIDEZ

El Taichi es el símbolo del Tao (escuela filosófica China), y significa unidad suprema, unión del Yin y el Yang (los dos polos que se complementan).




El Taichi es un arte marcial (Tai chi chuan) con aplicaciones terapéuticas. Su práctica se puede realizar bajo el concepto de autodefensa o simplemente como ejercicio suave con importantes implicaciones para el bienestar físico y mental.


La teoría del Tao nace a partir de una reflexión acerca de los fenómenos cíclicos que se observan en la naturaleza. Conceptos como Qi, Yin Yang, Wu Xing o Pa Kua han evolucionado desde la antigüedad, al igual que el concepto del Ser o del cambio en la filosofía occidental, desde los primitivos Presocráticos griegos.
La leyenda cuenta que el creador del Tai chi, un monje taoísta llamado Chang San Feng que vivió en el período de la dinastía Song se inspiró en la lucha entre una garza y una serpiente. Este quedó maravillado, al ver cómo la serpiente, más pequeña, se defendía y atacaba al pájaro, más grande, mediante el uso de ataques circulares fluidos.


Dentro de las variedades de estilos y escuelas en Tai chi, se practican diferentes ejercicios básicos tales como movimientos individuales, ejercicios posturales y de respiración, así como de meditación en movimiento.


Estos sirven para el aprendizaje del Tai chi, dando, a su vez, flexibilidad a las articulaciones, elasticidad a los músculos, relajar el cuerpo, y con la práctica del Chi Kung cargar de energía Chi el cuerpo, proporcionando energía y vitalidad.


El principio del Tai chi es la suavidad, el practicante debe moverse de una manera natural, relajada y suelta. Su práctica no requiere de ejercicios de fuerza, rapidez o endurecimiento, como las pruebas de rompimiento propios de artes como el Karate do, el Kung fú Shaolín o similares; todo lo contrario, fluidez y suavidad.
En la lucha el practicante de Tai chi trata de adherirse al contrario, manteniendo siempre el contacto con él. Y, al igual que otras artes marciales, como el Wing tsun o el Aikido utiliza la fuerza del oponente para re-dirigirla en su contra.


Los beneficios de su práctica son claros:
Mejora la salud en general al mejorar la movilidad de todo el cuerpo.
Mejora de la respiración consciente.
Contacta con tu ser interior; y en la práctica por compañeros desarrolla características emocionales como la empatía, el trabajo en equipo, la amistad, la disciplina, etc...



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