Hamsa-Upanishad
Doctrina Secreta del Cisne Místico
Introducción
Esta Upanishad trata del conocido término sánscrito “hamsa".
Forma parte del Sukla Yajur Veda y consta de veintiuna secciones cortas
donde se expone de forma muy condensada la teoría y práctica del mantra
hamsa.
Escrito en forma de diálogo entre el sabio Sanatkumara
y su discípulo Gautama, la enseñanza propuesta se puede encuadrar dentro
del Kundalini Yoga. La Upanishad aconseja practicar la recitación
silenciosa de hamsa a quienes son incapaces de contemplar directamente
el si-mismo-trascendental. Esto implica la observación consciente de la
“plegaria” espontánea de la respiración. De esta forma, afirma el texto, se
generan todo tipo de sonidos internos (nada). Afirma que hamsa
penetra en el cuerpo como el fuego penetra la madera o el aceite impregnan la
semilla de sésamo.
El texto menciona ocho funciones principales de hamsa
pero realmente describe doce relacionadas con el “loto del corazón” (hrit
padma). También da una descripción de los diez niveles de manifestación del
sonido interno, asociándolos con distintos fenómenos, los cuales resultan
significativos a partir del cuarto: temblor en la cabeza, profusión del nectar
de la inmortalidad (amrita), disfrute del fluido de ambrosía,
adquisición del conocimiento secreto, perfección del discurso (para-vak),
habilidad para volverse invisible y contemplar lo infinito y, finalmente,
identificación con lo Absoluto. Se pide al practicante que se concentre en el
décimo nivel, el del sonido más sutil semejante al trueno (megha nâda).
Todo este proceso conduce a la identificación con el
si-mismo-trascendental, a la realización de Sada-Shiva, el “Shiva
Eterno”, que es el resplandeciente y pacífico sostén de toda existencia.
Texto
Om! Este (Brahman) es infinito, y este (universo) es infinito.
Lo infinito procede de lo
infinito.
(Incluso) extrayendo la infinitud
del infinito (universo),
lo único que permanece es lo
infinito (Brahman).
¡Om! ¡Penetre en mí la paz!
¡Haya paz a mí alrededor!
¡Haya paz en las fuerzas que
actúan en mí!
1.- Gautama se dirigió a Sanatkumara de la
siguiente forma: “sabio Señor, que conoces todos los Dharmas y eres
experto en todos los Shastras, te ruego me indiques el camino que tengo
que adoptar para comprender Brahma-Vidya (conocimiento de lo
Absoluto)”.
2.- Sanatkumara respondió: “te enseñaré, Gautama,
la doctrina fundamental (tattva) tal como la expuso Parvati (esposa
de Shiva) después de comprender todas las enseñanzas de Shiva y
analizar completamente todos los Shastras”.
3.- Sanatkumara continua: “esta enseñanza es muy
secreta y el yogui debe preservarla cuidadosamente como un gran tesoro; la
enseñanza permite comprender la naturaleza de hamsa; el practicante alcanzará
así la liberación y el conocimiento puro (de Brahman); por tanto, no
debe mostrarse en detalle a quien no este lo suficientemente cualificado como
para asimilar tales resultados”.
4.- Sanatkumara sigue a continuación: “ahora voy a
explicarte detalladamente la auténtica naturaleza de hamsa para
beneficio del brahmacharin (estudiante de yoga), que ha dominado sus
sentidos y venera a su guru.
5.- Quien comprenda la Esencia Suprema que reside en todo ser
como la inherente presencia del fuego en las brasas o del aceite en las
semillas de sésamo, nunca se encontrará con la muerte.
6.- Efectuar la contracción anal (asvinimudra) con el
talón contra el perineo; elevar vayu (prana o kundalini) a
partir del chakra raíz (muladharachakra) y dar tres vueltas al chakra
svadhisthana, atravesar manipurachakra, cruzar anahatachakra
y controlar prana en visuddhichakra; después alcanzar ajñachakra
y meditar en brahmarandhra (en la cabeza); de esta forma se comprende
que la auténtica naturaleza del si mismo carece de forma.
7.- El sisna (pene) tiene dos lados (izquierda y
derecha, según se mira hacia abajo). (Realmente) es paramahamsa (el
supremo hamsa, o supremo si-mismo) con el resplandor de miríadas de
estrellas y gracias al cual surge (se fertiliza) todo el universo.
8.- (Este hamsa que tiene buddhi como vehículo)
tiene ocho vritti (pétalos, en el loto del corazón).
9.- (Cuando se contempla hamsa) en el pétalo oriental,
(la persona) se inclina hacia una gran actividad; en el pétalo sur-oriental,
surge sueño, pereza, etc.; en el del sur, hay inclinación hacia la crueldad; en
el sur-occidental, hay inclinación hacia los pecados; en el occidental, hay
inclinación hacia la actividad sensual; en el nor-occidental, se despierta el
deseo de caminar, entre otros; en el del norte, aparece el deseo de lujuria; en
el nor-oriental, se despierta el deseo de amasar riqueza; en el medio (en los
espacios entre los pétalos), hay indiferencia ante los placeres materiales.
10.- (Cuando se contempla hamsa) en el tallo (del loto
del corazón), surge el estado de vigilia; en el pericarpio aparece svapna
(sueño ligero, con ensoñaciones); en el bija (semilla del pericarpio),
surge sushupti (sueño profundo, sin ensueños); al dejar el loto, aparece
turiya (cuarto estado).
11.- Cuando hamsa está absorto en nada (sonido
místico), se alcanza un estado más allá del cuarto. Nada (qué está en el
límite del sonido y más allá de la palabra y la mente) permanece como el
cristal puro (y) se extiende desde muladhara a brahmarandhra.
Esto es (realmente) Brahma o Paramatman.
12.- (A continuación se trata el ajapa gayatri):
ahora hamsa es el rishi; la medida es avyakta gayatri (lo
inmanifestado); paramahamsa (lo absoluto) es devata (deidad que
preside), “ham‘' es bija; “sa” es Shakti; so'ham
(el sonido del aire al respirar) es kilaka (la unión). Se compone (por
tanto) de seis formas.
13.- Se producen 21,600 hamsa (o respiraciones)
durante un día completo. (Saludo a) Surya, Soma, Niranjana
(el puro) y Nirabhasa (el ilimitado).
14.- Ajapa mantra. (Que) el sutil y carente de
forma sea una guía (e ilumine mi comprensión). Ahora se debe practicar (la
contemplación) anganyasas y karanyasas (debe efectuarse recitando
el mantra) en el corazón y otros (lugares).
15.- Habiendo hecho esto así, se debe contemplar hamsa
(el cisne místico) como atman en el corazón; agni y soma
son sus alas (lados derecho e izquierdo); omkara es su cabeza; ukara
y bindu son los tres ojos y la cara, respectivamente; Rudra y Rudrani
(Shiva y Shakti) son los pies.
16.- Kanthata (la comprensión de la unidad entre jivatma
o hamsa, el ser individualizado, y paramatman o paramahamsa,
el ser absoluto) se realiza de dos maneras (samprajñata y asamprajñata).
17.- Después de esto, unmani (estado de realización, más
allá de lo mental) se halla al final del ajapa (mantra). Habiéndose
reflejado así en manas por medio de este (hamsa), se escucha nada
como fruto de una larga recitación de este ajapa (mantra). Nada
tiene diez formas (niveles) de manifestación.
18.- La primera es chini (como el sonido de esa
palabra); la segunda es chini-chini; la tercera es el sonido de la
campanilla; la cuarta es el de la concha; la quinta es el del tantiri
(laúd); la sexta es el sonido del tala (címbalos); la séptima es el de
la flauta; la octava es el del bheri (tambor); la novena es el del mridanga
(tambor doble); y la décima es el de las nubes (es decir, el del trueno).
19.- Se puede experimentar el décimo sin (experimentar) los
nueve primeros sonidos (a través de la iniciación con un guru).
20.- En la primera fase, el cuerpo se vuelve chini-chini;
en la segunda, hay estremecimiento (bhanjana) en el cuerpo; en la
tercera, hay penetración (bhedana); en la cuarta, la cabeza tiembla; en
la quinta, el paladar produce néctar (amrita); en la sexta, se disfruta
del néctar de la inmortalidad; en la séptima, surge el conocimiento de lo
oculto (en el mundo); en la octava, se perfecciona el discurso (para-vak);
en la novena, el cuerpo se vuelve invisible y se desarrolla la visión divina;
en la décima, se logra la identificación de para-brahman con atman,
que es brahman (identificación con lo absoluto).
No hay comentarios:
Publicar un comentario