17 noviembre 2012

HAMSA UPANISHAD. DOCTRINA DEL CISNE MÍSTICO


Hamsa-Upanishad
Doctrina Secreta del Cisne Místico


Introducción

Esta Upanishad trata del conocido término sánscrito “hamsa". Forma parte del Sukla Yajur Veda y consta de veintiuna secciones cortas donde se expone de forma muy condensada la teoría y práctica del mantra hamsa.

Escrito en forma de diálogo entre el sabio Sanatkumara y su discípulo Gautama, la enseñanza propuesta se puede encuadrar dentro del Kundalini Yoga. La Upanishad aconseja practicar la recitación silenciosa de hamsa a quienes son incapaces de contemplar directamente el si-mismo-trascendental. Esto implica la observación consciente de la “plegaria” espontánea de la respiración. De esta forma, afirma el texto, se generan todo tipo de sonidos internos (nada). Afirma que hamsa penetra en el cuerpo como el fuego penetra la madera o el aceite impregnan la semilla de sésamo.

El texto menciona ocho funciones principales de hamsa pero realmente describe doce relacionadas con el “loto del corazón” (hrit padma). También da una descripción de los diez niveles de manifestación del sonido interno, asociándolos con distintos fenómenos, los cuales resultan significativos a partir del cuarto: temblor en la cabeza, profusión del nectar de la inmortalidad (amrita), disfrute del fluido de ambrosía, adquisición del conocimiento secreto, perfección del discurso (para-vak), habilidad para volverse invisible y contemplar lo infinito y, finalmente, identificación con lo Absoluto. Se pide al practicante que se concentre en el décimo nivel, el del sonido más sutil semejante al trueno (megha nâda).

Todo este proceso conduce a la identificación con el si-mismo-trascendental, a la realización de Sada-Shiva, el “Shiva Eterno”, que es el resplandeciente y pacífico sostén de toda existencia.

Texto

Om! Este (Brahman) es infinito, y este (universo) es infinito.
Lo infinito procede de lo infinito.
(Incluso) extrayendo la infinitud del infinito (universo),
lo único que permanece es lo infinito (Brahman).
¡Om! ¡Penetre en mí la paz!
¡Haya paz a mí alrededor!
¡Haya paz en las fuerzas que actúan en mí!

1.- Gautama se dirigió a Sanatkumara de la siguiente forma: “sabio Señor, que conoces todos los Dharmas y eres experto en todos los Shastras, te ruego me indiques el camino que tengo que adoptar para comprender Brahma-Vidya (conocimiento de lo Absoluto)”.

2.- Sanatkumara respondió: “te enseñaré, Gautama, la doctrina fundamental (tattva) tal como la expuso Parvati (esposa de Shiva) después de comprender todas las enseñanzas de Shiva y analizar completamente todos los Shastras”.

3.- Sanatkumara continua: “esta enseñanza es muy secreta y el yogui debe preservarla cuidadosamente como un gran tesoro; la enseñanza permite comprender la naturaleza de hamsa; el practicante alcanzará así la liberación y el conocimiento puro (de Brahman); por tanto, no debe mostrarse en detalle a quien no este lo suficientemente cualificado como para asimilar tales resultados”.

4.- Sanatkumara sigue a continuación: “ahora voy a explicarte detalladamente la auténtica naturaleza de hamsa para beneficio del brahmacharin (estudiante de yoga), que ha dominado sus sentidos y venera a su guru.

5.- Quien comprenda la Esencia Suprema que reside en todo ser como la inherente presencia del fuego en las brasas o del aceite en las semillas de sésamo, nunca se encontrará con la muerte.

6.- Efectuar la contracción anal (asvinimudra) con el talón contra el perineo; elevar vayu (prana o kundalini) a partir del chakra raíz (muladharachakra) y dar tres vueltas al chakra svadhisthana, atravesar manipurachakra, cruzar anahatachakra y controlar prana en visuddhichakra; después alcanzar ajñachakra y meditar en brahmarandhra (en la cabeza); de esta forma se comprende que la auténtica naturaleza del si mismo carece de forma.

7.- El sisna (pene) tiene dos lados (izquierda y derecha, según se mira hacia abajo). (Realmente) es paramahamsa (el supremo hamsa, o supremo si-mismo) con el resplandor de miríadas de estrellas y gracias al cual surge (se fertiliza) todo el universo.

8.- (Este hamsa que tiene buddhi como vehículo) tiene ocho vritti (pétalos, en el loto del corazón).

9.- (Cuando se contempla hamsa) en el pétalo oriental, (la persona) se inclina hacia una gran actividad; en el pétalo sur-oriental, surge sueño, pereza, etc.; en el del sur, hay inclinación hacia la crueldad; en el sur-occidental, hay inclinación hacia los pecados; en el occidental, hay inclinación hacia la actividad sensual; en el nor-occidental, se despierta el deseo de caminar, entre otros; en el del norte, aparece el deseo de lujuria; en el nor-oriental, se despierta el deseo de amasar riqueza; en el medio (en los espacios entre los pétalos), hay indiferencia ante los placeres materiales.

10.- (Cuando se contempla hamsa) en el tallo (del loto del corazón), surge el estado de vigilia; en el pericarpio aparece svapna (sueño ligero, con ensoñaciones); en el bija (semilla del pericarpio), surge sushupti (sueño profundo, sin ensueños); al dejar el loto, aparece turiya (cuarto estado).

11.- Cuando hamsa está absorto en nada (sonido místico), se alcanza un estado más allá del cuarto. Nada (qué está en el límite del sonido y más allá de la palabra y la mente) permanece como el cristal puro (y) se extiende desde muladhara a brahmarandhra. Esto es (realmente) Brahma o Paramatman.

12.- (A continuación se trata el ajapa gayatri): ahora hamsa es el rishi; la medida es avyakta gayatri (lo inmanifestado); paramahamsa (lo absoluto) es devata (deidad que preside), “ham‘' es bija; “sa” es Shakti; so'ham (el sonido del aire al respirar) es kilaka (la unión). Se compone (por tanto) de seis formas.

13.- Se producen 21,600 hamsa (o respiraciones) durante un día completo. (Saludo a) Surya, Soma, Niranjana (el puro) y Nirabhasa (el ilimitado).

14.- Ajapa mantra. (Que) el sutil y carente de forma sea una guía (e ilumine mi comprensión). Ahora se debe practicar (la contemplación) anganyasas y karanyasas (debe efectuarse recitando el mantra) en el corazón y otros (lugares).

15.- Habiendo hecho esto así, se debe contemplar hamsa (el cisne místico) como atman en el corazón; agni y soma son sus alas (lados derecho e izquierdo); omkara es su cabeza; ukara y bindu son los tres ojos y la cara, respectivamente; Rudra y Rudrani (Shiva y Shakti) son los pies.

16.- Kanthata (la comprensión de la unidad entre jivatma o hamsa, el ser individualizado, y paramatman o paramahamsa, el ser absoluto) se realiza de dos maneras (samprajñata y asamprajñata).

17.- Después de esto, unmani (estado de realización, más allá de lo mental) se halla al final del ajapa (mantra). Habiéndose reflejado así en manas por medio de este (hamsa), se escucha nada como fruto de una larga recitación de este ajapa (mantra). Nada tiene diez formas (niveles) de manifestación.

18.- La primera es chini (como el sonido de esa palabra); la segunda es chini-chini; la tercera es el sonido de la campanilla; la cuarta es el de la concha; la quinta es el del tantiri (laúd); la sexta es el sonido del tala (címbalos); la séptima es el de la flauta; la octava es el del bheri (tambor); la novena es el del mridanga (tambor doble); y la décima es el de las nubes (es decir, el del trueno).

19.- Se puede experimentar el décimo sin (experimentar) los nueve primeros sonidos (a través de la iniciación con un guru).

20.- En la primera fase, el cuerpo se vuelve chini-chini; en la segunda, hay estremecimiento (bhanjana) en el cuerpo; en la tercera, hay penetración (bhedana); en la cuarta, la cabeza tiembla; en la quinta, el paladar produce néctar (amrita); en la sexta, se disfruta del néctar de la inmortalidad; en la séptima, surge el conocimiento de lo oculto (en el mundo); en la octava, se perfecciona el discurso (para-vak); en la novena, el cuerpo se vuelve invisible y se desarrolla la visión divina; en la décima, se logra la identificación de para-brahman con atman, que es brahman (identificación con lo absoluto).

21.- Después de esto, una vez destruido o disuelto manas, el cual es la fuente de sankalpa y vikalpa, y debido a la destrucción de estos dos, cuando se han destruido las virtudes y los pecados, entonces se resplandece como Sadashiva con la naturaleza de Shakti que lo invade todo, siendo reluciente en su auténtica esencia, inmaculado, eterno, puro y el om más puro. Así es la enseñanza de los Vedas; y así es el Upanishad”.



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