Aprovechando la
visita que Swami Digambarananda Saraswati (Danilo Hernández) hizo a Cataluña
para impartir un taller de introducción al Yoga Nidra en Reus,
hablamos con este ser humano sencillo, sabio y generoso que tiene la virtud de
transmitir información compleja de modo ameno, accesible y muy divertido. Autor
de Claves del Yoga, editado por Liebre de Marzo, está actualmente volcado en la
formación y transmisión de la esencia
del Yoga. Todo un ejemplo para los practicantes.
El Yoga es la propia
posibilidad de desarrollo, evolución y perfeccionamiento que yace en
las profundidades de todo ser humano.
Arantza: Cómo discípulo de Swami Satyananda, yoga del norte, ¿qué diferencias aprecias entre el yoga del norte y el del sur de la India, con la línea de Krishnamacharya, por ejemplo? ¿Cuáles crees que han sido las principales aportaciones de Swami Satyananda al Yoga?
Danilo: Las enseñanzas de Krishnamacharya han aportado
mucho rigor y precisión a las prácticas del Hatha
Yoga. Nos han dejado un gran legado que en las últimas décadas se ha
diversificado a través de las aportaciones de Iyengar, Pattabhi Jois y
Desikachar. Son enseñanzas que han puesto el acento en el ámbito del trabajo
corporal y tienen un gran valor.
El Satyananda Yoga (o Bihar Yoga) presenta un
enfoque global y trabaja sobre todos los aspectos de la personalidad humana. Es
una síntesis de las principales vías del Yoga: Hatha Yoga, Raja Yoga, Karma
Yoga, Gñana Yoga, Bhakti Yoga, Kundalini Yoga y
Kriya Yoga. Al mismo tiempo, representa una gran renovación y ampliación de las enseñanzas tradicionales. Es una nueva
visión en la que se integran las enseñanzas de la tradición, el enfoque
científico y la adaptación del Yoga a
las necesidades reales de la
sociedad actual.
El sistema de Yoga de Swami Satyananda es muy profundo e
innovador. Sus aportaciones son muy numerosas y un gran regalo para todos los
que estamos en este camino de crecimiento. Muchas de las técnicas de meditación
tántrica que ha desarrollado son utilizadas hoy día por practicantes de todo el
mundo, por ejemplo: Yoga Nidra,
Antar Mouna (Silencio Interior), Ajapa Japa, Tattwa Shuddhi, Chidakasha
Dharana, el Kriya Yoga, etc.
Merece especial mención la fundación de “Bihar
Yoga Bharati”, la primera Universidad de Yoga reconocida
oficialmente por el gobierno de la India. Gracias a ello el Yoga ha adquirido el status de carrera
universitaria. En la actualidad se pueden cursar tres licenciaturas: Filosofía
del Yoga, Psicología del Yoga y
Aplicación de la ciencia del Yoga.
A mi juicio, una característica muy relevante
de las enseñanzas de Swami
Satyananda es que el Yoga deja de
ser una mera práctica de técnicas o ejercicios para transformarse en una forma
de vida. Es la expresión del Yoga en
la vida cotidiana.
Arantza: ¿Crees que la esencia del Yoga se está desvirtuando en Occidente?
Danilo: La espectacular
difusión que ha tenido el Yoga en
las últimas décadas tiene
sus pros y sus contras. Occidente es una sociedad de consumo que lo absorbe
todo. La mentalidad de “hacer negocio” está a la orden del día y es un valor social. Observamos
cómo en el ámbito del deporte
muchas veces prevalece el negocio sobre el espíritu deportivo, los aeropuertos
más que aeropuertos parecen centros comerciales, y así un largo etcétera, entre
los que también encontramos al Yoga convirtiéndose
en un “producto” más de consumo.
Estamos asistiendo al gran “boom” de la
“industrialización del Yoga”. En el panorama internacional es cada vez más
frecuente la aparición de las “grandes
superficies” o “hipermercados de Yoga”, con sus bien surtidas boutiques, donde
los diferentes estilos yóguicos compiten entre sí, para ofertar el producto más
seductor y atractivo a la “clientela”. En estos locales el aprendiz no es
considerado como alumno, sino como cliente.
Muchos centros donde se imparten clases de
Yoga no son dirigidos por
profesores, sino por especialistas en marketing y propaganda. Estos nuevos
gestores desconocen o ignoran los principios éticos del Yoga y siguen a “pie
juntillas” la orientación que dictan las tendencia
del fitness y las modas del “culto al cuerpo”.
A esta comercialización abusiva hay que
añadir la propagación de interpretaciones carentes de realismo y las publicaciones de baja calidad que
contribuyen a difundir una visión superficial, fragmentada y un tanto deformada,
donde desaparece el horizonte de la auténtica dimensión y profundidad del Yoga genuino.
A pesar de que son muchos los que comercian y
adulteran del Yoga, yo soy optimista. La esencia del Yoga no se puede desvirtuar. Es una
enseñanza que existe desde hace más de 6000 años y está más viva que
nunca. Son también muchísimas las personas
que trabajan honestamente para perpetuar su dimensión profunda y para
contribuir a que continúe satisfaciendo la necesidad del desarrollo social e individual.
Arantza: ¿Crees que se está imponiendo la vía terapéutica en detrimento de otros aspectos más esenciales?
Danilo: La salud es una
prioridad esencial en la vida del ser
humano. Sin una buena salud no podemos desarrollarnos adecuadamente ni ser
felices.
En este sentido, me parece muy oportuno el uso terapéutico del Yoga. También es verdad que si sólo se utiliza como terapia se estarán desaprovechando sus enormes posibilidades de contribuir al desarrollo integral de la persona.
En este sentido, me parece muy oportuno el uso terapéutico del Yoga. También es verdad que si sólo se utiliza como terapia se estarán desaprovechando sus enormes posibilidades de contribuir al desarrollo integral de la persona.
Swami Satyananda dice que detrás de un
enfermo, siempre puede haber un futuro aspirante, un yogui potencial. A lo
largo de los años he comprobado como muchas de las personas que acudían a nuestras clases
por problemas de salud, luego han continuado la práctica del Yoga como vía de crecimiento personal. Es
muy frecuente que la aparición de una enfermedad cambie la visión de la vida
del enfermo y desencadene la
búsqueda de un sentido más profundo de la existencia.
El Yoga está
muy consolidado como sistema de crecimiento personal. Son muchísimas las personas que gozan de buena salud y
que se acercan al Yoga interesados
en profundizar en sí mismos y en desarrollar su potencial.
Arantza: En Oriente está clara la figura del maestro y la relación que establece con el discípulo, ¿crees que en la idiosincrasia occidental, más rebelde, ha de modificarse la figura del maestro? ¿Es aquí diferente la relación?
Danilo: La relación
“maestro-discípulo” es un arquetipo universal. Ha existido históricamente en
todas las culturas, incluso en el
reino animal, donde las crías son
instruidas por sus padres en el arte de la supervivencia. Los humanos tenemos
maestros en la escuela, el oficio, la universidad, etc. Es lógico y normal
tener también un maestro en el proceso del desarrollo
personal.
En Occidente existe cierta desconfianza hacia
la figura del maestro. Quizás
haya influido en ello la aparición de los llamados “falsos gurús” y sus sectas.
Esta reticencia existe más bien como mentalidad social, pero en general, las personas que profundizan en la
vía del autoconocimiento
reconocen y comprenden la necesidad de tener un maestro.
Te contaré algo de mi experiencia personal.
Al poco tiempo de comenzar a practicar Yoga, establecí relación con uno de los
llamados maestros. Fue una experiencia muy decepcionante que me abrió los ojos
y me hizo ver que “no es oro todo lo que reluce”. Como consecuencia, desarrollé
cierta aversión hacia la figura de maestro. Luego, durante años estuve
vinculado a las enseñanzas de
Krishnamurti, a quien visité varias veces en Suiza. Una de sus enseñanzas es
que tienes que ser tu propio maestro. En realidad, esto es lo que enseñan todos
los verdaderos maestros. Pasaron muchos años en los que la idea de tener un
maestro no entraba en mis esquemas. Pero la vida da muchas vueltas... Cuando
conocí a Swami Satyananda experimenté una gran transformación. Encontré lo que
intuía que era el verdadero Yoga y
la persona que lo expresaba de forma genuina y auténtica. La relación sucedió,
se estableció espontáneamente. Y aquí me tienes, muy agradecido y encantado de
ser discípulo.
Acabo de regresar de la India donde he
participado en unas celebraciones en el entorno de Swami Satyananda. Ha sido un
evento multitudinario. Nos reunimos alrededor de 25.000 personas de la cuales
la mitad eran occidentales. Era bien patente que la actitud que conlleva el ser
discípulo no tiene que ver con el hemisferio o continente donde vives, sino con
la apertura del corazón.
Arantza: En cuanto al taller que has venido a impartir en Cataluña, ¿además de la adaptación del Yoga Nidra que Satyananda hizo de los textos clásicos para definir el sistema, ¿debe éste modificarse y adaptarse a las necesidades occidentales o puede mantener una línea original?
Danilo: Swami Satyananda es
una persona que ha trascendido la mente cultural, la mente condicionada por una
cultura determinada. Sus enseñanzas son universales y adecuadas a las necesidades de todo ser humano,
independientemente de su raza, nacionalidad, cultura, etc. En la lectura de
cualquiera de sus libros encontrarás un lenguaje preciso, científico y sin
ambigüedades, exotismos ni parafernalias. Habla a la esencia del ser humano donde no existe la dualidad
Oriente-Occidente.
La formulación del sistema de Yoga Nidra es totalmente científica. De
hecho, es un método que utilizan muchos psicólogos, terapeutas e instituciones
sanitarias en todo el mundo.
Es importante que el profesor que imparte el
método, conozca muy bien su trasfondo y lo ajuste a las necesidades y características de los
participantes. En cualquier caso, la estructura Yoga Nidra es muy flexible y admite todo
tipo de adaptaciones.
Arantza: En breve, visitarás Cataluña para otro taller, “Kundalini-Tantra”, ¿puedes avanzarnos algo?
Danilo: El Kundalini Yoga y el Tantra son unas materias sobre
las que existen mucha leyenda,
malentendidos y hasta una aureola misteriosa. En los últimos años se ha
difundido mucho el sistema de Kundalini Yoga enseñado
por Yogui Bajan, maestro reconocido, al que conocí personalmente y con él que
participé en varios de sus talleres. No obstante, sus enseñanzas son un sistema
específico dentro del amplio y
variado contexto del Kundalini
Yoga.
En Manresa haremos una exposición del “Kundalini
Yoga Clásico”, una verdadera
joya. Un sistema poco conocido en Occidente y que requiere que los aspirantes
tengan experiencia previa de al menos dos años de práctica de asanas, pranayama
y meditación. Intentaremos esclarecer la teoría y las prácticas del Kundalini Yoga y el Tantra. Es un tema muy amplio y
apasionante... Obviamente, en un fin de semana, sólo tendremos tiempo de hacer
una buena introducción que abra perspectivas de profundización en estas
enseñanzas.
Arantza: ¿Cómo valoras la acogida de tu libro “Claves del Yoga”? ¿Tienes alguna otra obra en proyecto?
Danilo: Escribí “Claves del
Yoga” en 1987, pero por diferentes razones no se publicó hasta diez años más
tarde. Quizás tenía que reposar como los buenos vinos. La acogida fue magnífica
desde el principio. Hemos recibido y seguimos recibiendo innumerables
comunicaciones agradeciendo su publicación. En 2007 salió la 8ª edición
española y la 1ª edición argentina. Tenemos noticias de que se utiliza como
libro de texto en diferentes cursos de formación de profesores tanto en España
como en Surámerica. Nuestra satisfacción es total, pues está cumpliendo el
cometido para el cual se concibió: ser un libro útil y clarificador de las enseñanzas del Yoga.
Tengo intención de escribir otro libro pero
ahora estamos muy volcados en la enseñanza y no encuentro el momento. Ya
llegará...
Arantza: Por último, Danilo, ¿qué te ha ofrecido y qué nos ofrece a la humanidad el Yoga?
Danilo: En mi caso personal,
ha supuesto una gran transformación y ahora es el motor y sentido de mi vida. El
Yoga me ha aportado tantas
cosas... una buena salud, confianza en mí mismo, mucha alegría de vivir y de
disfrutar de la existencia, el descubrimiento y desarrollo de las inmensas posibilidades que llevamos
dentro, un gran sentido de solidaridad y servicio a los demás, etc. En
definitiva, una vida más plena y más profunda. En mi calidad de profesor me ha
permitido compartir todo tipo de vivencias con infinidad de personas y conocer
a seres humanos maravillosos.
Portada del libro |
El Yoga en sí no es ninguna institución, organización o sistema
exterior a uno mismo. Es la propia posibilidad de desarrollo, evolución y
perfeccionamiento que yace en las profundidades de todo Ser Humano.
Representa una gran oportunidad para alcanzar una total armonía social e
individual. Eso es lo que nos ofrece a todos la ciencia del Yoga. Y en ello
estamos...
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