10 abril 2016

SRI AUROBINDO Y SU ENSEÑANZA

Sri Aurobindo Ghose nació en Calcuta el 15 de agosto de 1872. Llevó a cabo sus estudios elementales en la Loretto Convent School, hasta que en 1879 fue enviado a Inglaterra.

En el país británico estudió a los clásicos griegos y latinos, idiomas y literatura y filosofía. Pasó catorce años entre los ingleses y, tras regresar a su patria, se hizo profesor de inglés y asumió el cargo de funcionario en Baroda desde 1893 a 1906. Todos esos años los aprovechó Aurobindo para estudiar con profundidad la literatura sagrada y la espiritualidad indias.
Fué encarcelado por los ingleses por su actividad política. Una vez en libertad funda el periódico Nava Shakti y se hace jefe del partido nacionalista de Bengala. 
Se retira de la política y trabaja en favor de la espiritualidad. 
Durante años se consagra a la vida interior y no faltaron las personas que se convirtieron  en sus incondicionables discípulos. Entre aquellos primeros discípulos estaba la ex esposa del explorador Paul Richard de origen judío. Fue siempre la discípula preferida del Santo de Pondichery y se la conoce como la Madre.
En 1950 murió aquel que está considerado uno de los más sobresalientes yoguis y cuyas obras son en la actualidad leídas por millares de personas de todas las edades.

La enseñanza de Aurobindo es, por encima de todo, bhaktiyoga y, para lograr el objetivo enriquece las técnicas propias de esta modalidad yóguica con las del gnanayoga, el karma yoga y otros yogas. La única razón auténtica del hombre debe ser su unión con la divinidad. Aurobindo se esforzó por poner en manos del aspirante todos aquellos medios que pudieran conducirle hasta la realización del Yo en la divinidad. 
"Tenemos que partir hacia Dios desde los sectores de la mente, del intelecto, de la voluntad, del corazón, y todo está limitado en la mente. Las limitaciones y la esclavitud es difícil que al principio y por largo tiempo dejen de estar en el camino. Pero un yoga integral usará estas más flojamente que las modalidades más exclusivas de búsqueda, y esto emergerá más pronto de la necesidad mental. Puede comenzar con la vía del amor, como con la vía del conocimiento o de las obras; pero donde se encuentren está al inicio de su dicha de realización.  El amor no puede fallar aunque no empiece partiendo de él, pues el amor es la culminación de las obras y el florecimiento del conocimiento."

   Se le aconseja al practicante para que perfeccione su conducta, controle su mente, se desapegue y trascienda el egotismo, renuncie a los frutos de la acción e intensifique su amor al máximo, es para que pueda realizar a la divinidad; si le propone que se desembaraze del pensamiento ordinario y se entrene en el pensamiento supremental, que recurra a las técnicas pranayámicas o de introspección, que efectúe japa y se entregue de lleno a los demás, es para que le sea posible llegar hasta la divinidad; si le estimula luchar contra su naturaleza inferior, a discernir entre su Yo y su ego, a no dejarse capturar por los órganos sensoriales, es para que pueda ser un hecho la comunión con la divinidad.
   Sri Aurobindo renunció al mundo para encontrar en sí mismo a la divinidad. Para él todo, excepto el goce del Divino, es efímero. Por ello, durante muchos años permaneció aislado en su deleite de la divinidad, exteriorizándolo a través de sus obras para tratar de compartir con los demás sus propias experiencias. Las experiencias de un místico que en estos momentos de evasión, de alineada proyección hacia lo exterior, de contradicción y confusión, están siendo aprovechadas por muchos de aquellos para los que la rutina materialista se ha convertido en asfixiante.

   La Madre se encargó de la dirección y organización del ashram, que desde entonces cada vez en mayor grado ha sido visitado por toda clase de aspirantes, tanto indios como extranjeros. En el ashram han vivido o viven personas de una considerable preparación interior. Cuenta con miembros de todas las condiciones y clases, que tienen una actividad exterior específica y que trabajan interiormente para efectuar la realización de su Yo. El ashram cuenta con diversas edificaciones y sus actividades son muy variadas. Hay talleres, fábricas y escuelas. Los productos elaborados en el ashram se comercializan, con lo cual se consiguen fondos para su mantenimiento.
   En el ashram hay una sala, donde reina la quietud y la sencillez, en la que se encuentra el retrato de Aurobindo junto a la madre. Es una sala apropiada para las técnicas de interiorización y la ofrenda. También en el ashram está la tumba de Aurobindo. Es como un gran rectángulo de mármol que los peregrinos y devotos cubren con flores multicolores.


   A unos kilómetros del ashram se viene procediento desde hace años a la construcción de una ciudad muy especial. Se trata de Auroville, que se está llevando a cabo con el estímulo de la Madre y la colaboración del ashram. 
Se pretende una ciudad básicamente cultural, que pueda ser crisol de las más diversas culturas. En Auroville vivirán personas de todas las razas y todos los países. Hay ya más de dos mil aurovillenses y muchos niños han venido a enriquecer este reducido pero significativo número.
   Se quiere que Auroville sea la ciudad del amor y de la belleza, la ciudad de la cultura y de la paz, la ciudad que por siglos perpetúe la enseñanza de Sri Aurobindo y de esa anciana mujer conocida como la Madre.



                                                                          Extraído de La sabiduría de los grandes yoguis
                                                                                                                               Ramiro Calle

No hay comentarios: