Saber pronunciar el sánscrito aceptablemente es imprescindible para todos los maestros y estudiantes serios de yoga.
El sánscrito es el lenguaje del yoga. Se dice que fue transmitido por revelación divina a sabios que meditaban hace miles de años. Cierto relato cuenta que Siva tocó su tambor damaru catorce veces, creando así el alfabeto sánscrito. Estos catorce Sutras Mahesvara constituyen el comienzo del texto en el que se expone la gramática sánscrita. El sánscrito está adaptado perfectamente al aparato vocal humano, y el sonido de cada palabra representa la energía sutil de su significado.
Cada sílaba tiene una duración de uno o dos tiempos, pronunciarlas correctamente nos permite sentir el ritmo natural del lenguaje y absorber la esencia verdadera de la palabra. Al sánscrito se le llama Devavani o "lengua de los dioses", pues se dice que los dioses se entienden entre si y se comunican en sánscrito.
El yoga, junto con el Ayurveda (medicina hindú), el Jyotisa (astrología hindú) y otras ramas de la sabiduría hindú, se transmitieron tanto por vía oral como literaria, por medio de la refinada lengua sánscrita.
Los sutras, breves aforismos cargados de información y fáciles de aprender de memoria, solían componerse con el fin de recoger las ideas de la manera más eficaz posible. El estudiante sólo podía captar toda la profundidad de su significado con la ayuda de un maestro o, al menos, con un tratado aclaratorio. También se componían estrofas en versos rítmicos; las más comunes eran las de cuatro versos de ocho u once sílabas cada uno. Recitar o cantar estas estrofas es otra manera natural y sencilla de aprenderlas de memoria.
Un mantra es una palabra o conjunto de palabras que poseen una vibración especial y que inducen a un estado de consciencia distinto en la persona que lo recita.
Etimológicamente la palabra Mantra proviene de Man que significa mente y Tra que significa liberar. Mantra significa liberar la mente.
La sílaba Om es el sonido primigenio a partir del cual comenzó todo el universo manifiesto.
Se cree que el propio Om contiene en sí mismo todos los demás sonidos y, por tanto, todas las formas de energía. Es muy común empezar y terminar un cántico con el Om.
Al recitar un cántico a una deidad se invoca la energía de esa deidad, lo que constituye una manera propicia de dar comienzo a una práctica o a una empresa.
En la India se suele venerar en primer lugar a Ganesha, que es la deidad que elimina los obstáculos y que otorga los bienes y la abundancia. Todos los cánticos deben recitarse con actitud respetuosa y devota.
Los mantras pueden ser pronunciados de manera neutra o con una melodía. Esta última forma es la manera más agradable de oír un mantra y el factor vibracional de la música tendrá más peso.
Vande Gurunam
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